Breve
fragmento del artículo comentado en la sesión:
“(…) el gasto
sanitario privado se ha ido incrementando año por año, transfiriendo los costes
de la sanidad hacia las familias, y todo indica que esta tendencia irá a más.
Ante este panorama, es vital recordar el valor de la sanidad pública y por qué
hay razones de sobra para defenderla frente a estos tiempos de crisis que se
aprovechan como excusa para realizar decisiones basadas en ideología y no en el
beneficio de la sociedad española a largo plazo. Así pues, aquí van 8 razones
de peso sobre por qué es esencial invertir en sanidad pública (…)”
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Impresiones
sobre la sesión
La cuarta sesión, dedicada a la sanidad pública, fue
presentada por Ángel, que invitó a la misma a un colega suyo, Santiago, médico
jubilado también, en su caso en el campo de la nefrología, que vino a
complementar, de manera brillante, las siempre aclaratorias exposiciones
médicas a las que ya nos ha acostumbrado.
Inició su intervención destacando la doble faceta,
como investigadora y divulgadora
científica en el campo de la biotecnología y de la biomedicina, de la autora de
este artículo: "Ocho razones para defender la sanidad pública",
Esther Semper, licenciada en Medicina, con especialización en las cuestiones
regenerativas.
Resaltado este perfil de la autora, Ángel, en gran
medida acompañado por su colega Santiago, tras comentar cada una de las ocho
razones de dicha defensa, argumentó, a modo de defensa global de la Sanidad
Pública, que es precisamente, en aquellos países donde la cobertura sanitaria
es universal, es en los que los sistemas de salud son más sólidos.
Santiago, además de ofrecernos su clarificadora
visión, como especialista y profesional, de esas ocho razones, nos comentó,
entre muchas otras cosas interesantes, los graves problemas que tienen que
afrontar los profesionales de la medicina por las muchas denuncias a las que se
ven sometidos, teniendo incluso que crear grandes aseguradoras para poder
afrontar los gastos que ocasionan, los procesos abiertos por dichas denuncias.
Igualmente, nos recordó que para limitar el abuso de este tipo de denuncias,
sobre todo las que son menos fundamentadas o falsas, ya se había impuesto en
dicho país que el gasto de dichos procesos recayese en los mencionados
denunciantes.
El debate empezó por todo lo alto y salvo Maria, que
ensalzó las bondades de la sanidad privada como la panacea de toda organización
de un sistema de salud moderno y competitivo, el resto de los tertulianos eran
de la opinión de la defensa de un sistema de salud de público. La mayoría
resaltó la importancia de mantener la solidaridad social, permitiendo que la
cobertura universal asegure una mínima protección sanitaria a toda la
población.
Algunos de los intervinientes añadieron que, incluso
desde una posición egoísta, se hace necesaria mantener dicha cobertura, ya que
la misma permite y potencia políticas preventivas –en aspectos como
infecciones, epidemias, higiene adecuada, etc. -- tan beneficiosas en el mantenimiento
de unos adecuados niveles de salud en la población y en la mejora de la
esperanza de vida en la misma.
En esta línea, nuestros dos especialistas resaltaron
la importancia que han tenido los sistemas de salud públicos en el avance del
bienestar de la población, así como en unos mayores niveles de vida saludable entre la población, entendiendo
ésta no sólo como una buena situación higiénica, sino también como en la erradicación
de enfermedades.
Se destacaron también
las ventajas de la sanidad
privada; aspectos como las listas de espera, o que mientras en la pública hay
que pasar previamente por el médico de atención primaria, en la privada puedes
acudir directamente al especialista.
Fue tónica general de los presentes el
reconocimiento del prestigio de nuestra sanidad pública. Su valoración,
principalmente por parte del personal que trabaja en ella, es muy elevada,
tanto en el país, como en el plano internacional. No debemos olvidar la
prestigiada participación de parte de ese personal que emigró a Inglaterra y
contribuyó en la recuperación de la sanidad pública inglesa, tan deteriorada
con las privatizaciones de la época de
Margaret Thatcher.
Y estábamos en estas y otras cuestiones, cuando la voz
de Lidia salió del altavoz, para decirnos que nos fuéramos a tomar el vino....
Articularia
Esther Semper
Licenciada en Medicina, Máster en Biotecnología
Biomédica y Doctora en Ingeniería Tisular Cardiovascular (Medicina
Regenerativa). Empezó a divulgar sobre medicina en el blog MedTempus en 2005 y
en ello sigue.
En la actualidad, se dedica a la comunicación de temas de salud
y biomedicina para diferentes medios de comunicación como eldiario.es, El País,
Hipertextual y Muy Interesante. Además, participa, de vez en cuando, en charlas
y entrevistas para radios y diversos eventos de divulgación científica.
Animamos a participar en el apartado de comentarios a
todo el que quiera manifestar sus opiniones sobre este tema
2 comentarios:
Interesante e instructivo debate el suscitado por Ángel y Santiago, conocedores en profundidad de la realidad sanitaria, y por el resto de los participantes. Todos reconocimos la importancia de la salud, del sistema sanitario nacional y de la coexistencia de un sistema público y de otro privado.
La democratización, la profundización del derecho a la salud, los cambios demográficos y de poblamiento, la profunda crisis económica vivida en estos años, entre otras causas, han motivado la exigencia de cambios profundos en el modelo del servicio de salud que se ofrece a los ciudadanos. En este proceso se debe contar con las partes implicadas y, especialmente, por técnicos que desarrollen un sistema acorde con lo que es preciso en cada tiempo y con los recursos disponibles, para dar respuesta. así, a las necesidades de la ciudadanía.
El Informe de la UE de 2017 nos ofrece una valiosa información sobre la situación de España y su Sistema Nacional de Salud. En él se recogen diversos aspectos, que son comentados y comparados con otros países. De este Informe se puede deducir que España ocupa uno de los primeros lugares a nivel mundial, y que, pese a las carencias que a veces se detectan, tenemos una sanidad sobresaliente que hay que mejorar día a día.
Esta última reflexión me lleva a señalar la importancia que las decisiones políticas tienen en la correcta atención sanitaria de la población en todos los órdenes. Sólo me falta pedir sensatez y vocación de total servicio a los que definen las líneas de acción.
Alejandro.
Además de estar de acuerdo en lo esencial con los ponentes en la defensa de la Sanidad Pública y con lo manifestado con Alejandro, en el reconocimiento de nuestra Sanidad en la esfera internacional, me gustaría lanzar un reconocimiento por todos los profesionales que trabajan en ella y que son la verdadera "alma mater" de la misma. Nos damos cuenta de su valía cuando estamos en sus manos, pese, muchas veces, al olvido de nuestros políticos en la atención que requiere la misma....
Un saludo
Luismi
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