Breve fragmento del artículo que comentamos en esta sesión:
"En los años de estas primeras décadas del siglo XXI se ha incrementado notablemente, en los debates políticos, la apelación a la idea de la «sociedad civil». Y no sólo en cuanto contradistinta a la idea de sociedad política, sino también como contrapuesta a ella. Se apela a la sociedad civil para justificar las reformas de la ley hipotecaria, o para recordar al gobierno la existencia de un poder distinto del que detentan los políticos demócratas; es decir, los diputados del partido que logró la mayoría absoluta en el Parlamen-to. Pero con esto se está sustanti-vando (hipostasiando) la idea de sociedad civil, como si ella fuera separable de la sociedad política, cuando únicamente es disociable de ella [...]"
El Catoblepas, nº 145, marzo 2014
Impresiones de la sesión
Desde la
reunión que mantuvimos en el bar del Casino un buen número de miembros de
Articularia, para renovar y acabar de dar forma al presente curso del club,
esperamos con muchas ganas la primera Sesión para ver, en la práctica, la
implementación de las reformas aprobadas en la misma. Las ideas más novedosas,
que debíamos hacer realidad, habían sido, por una parte el cambio de moderador
-- Luismi dejaba el puesto a José Ángel—y por otra la incorporación, a modo de
controlado del tiempo de cada intervención, de un reloj de arena que permitiera
un uso de la palabra, estableciendo tres minutos para cada uno de los
participantes en el debate.
María se
había postulado como ponente de la sesión inaugural de esta nueva temporada. El
tema con el que nos había regalado era el de “La idea de Sociedad Civil”,
siguiendo un extenso artículo de Gustavo Bueno; que para unos resultó muy
brillante, clarificador y práctico y para otros excesivamente denso, repetitivo
y, sobre todo, esencialmente teórico. ¡Así es la vida, según el color del
cristal con que se mira!.
La ponente
estaba en su salsa, defendiendo, como guerrera que es, las bienaventuradas
iniciativas individuales, en este caso representadas por la sociedad civil y el
tercer sector, frente al acaparador estado, que nos explota y arrebata nuestros
recursos privados a través de la ‘insaciable’ Hacienda Pública. Comenzó
realizando un repaso breve y preciso del contenido del texto en sus distintos
apartados, e introdujo la línea argumental del artículo: la sociedad civil es
disociable de la sociedad política pero no separable.
César, ojo
avizor, había pedido raudo y veloz la palabra para intervenir en segundo lugar.
Defendió que el artículo le había parecido denso y que para establecer una
diferencia entre la sociedad civil y la sociedad política no se necesita tanta
floritura filosófica, que provoca que en muchas partes del texto su lectura sea
lenta y farragosa; además de utilizar vocablos no existentes en la RAE, quizás
para dar más solidez a su argumentación, pero que distancian la empatía del
lector.
Ángel siguió
el turno de palabra para mostrarse tajante en su opinión: “No me ha gustado el
artículo”, para él la separación está entre Gobierno y sociedad civil. “La
única sociedad es la civil”, siguió Luiso. Luis lo tiene claro: “Sí existe tal
diferencia”. Para Alejandro el artículo está bien estructurado y manifiesta de
forma clara el tema que del que trata. A Ignacio no le queda clara la
diferencia entre ambas sociedades y para Manuel son un eufemismo…
… Y así los
intervinientes, a ritmo del lento pero implacable goteo de la arena del nuevo
reloj ‘articulero’, se fueron decantando, unos por la brillantez del artículo y
otros por lo denso que había resultado la lectura del mismo. Quedaron más
aspectos para las dudas que para las certezas, lo que no tiene por qué ser negativo. Especial atención nos
mereció la ubicación de los partidos políticos, unos los consideraban sociedad
civil y otros sociedad política. En un aspecto estuvimos todos de acuerdo y es
que a todos nos resultó una exageración la afirmación por parte de Gustavo
Bueno de que “quienes creen posible separar la sociedad civil de la sociedad
política son ignorantes profundos”. Además a todos nos pareció acertado el uso
del reloj de arena para marcar los tiempos de intervención.
Y llegando
las nueve, paramos el reloj, … Lidia nos saludó desde el altavoz de la
biblioteca para ‘invitarnos’ a abandonar la sala … y nos fuimos a tomar nuestro
primer vino de la nueva temporada.
Gustavo Bueno
(Santo Domingo de la Calzada, 1924 - Niembro, 2016)
Fue un
filósofo español. Desde 1970 fue desarrollando un sistema que más tarde
denominó «materialismo filosófico». Es considerado uno de los mayores filósofos
españoles del siglo XX e inicios del XXI.
Su obra se ha construido
en constante intercambio con las ciencias y la historia de la filosofía.
Gustavo Bueno es autor de numerosos libros y artículos sobre ontología,
filosofía de la ciencia, historia de la filosofía, antropología, filosofía de
la religión, filosofía política, ateísmo y televisión, entre otros temas.
Además, mostró desde su juventud un profundo interés por las cuestiones de
Teología, hasta el punto de que se ha dicho de él que "conocía la
Escolástica de memoria". En sus últimos años, además de escribir, grabó
vídeos y audios con análisis de numerosas cuestiones filosóficas. Su hijo
mayor, Gustavo Fernando Bueno Sánchez, es profesor de Filosofía.
2 comentarios:
Como en el es habitual, César se ha superado a sí mismo y nos ha regalado con una nueva y sorprendente imagen del Blog. En este nueva publicación de la primera Sesión de la V Temporada -que estrenamos de todo, logo, moderador, reloj, tiempos, etc.-, el blog no podía ser menos y nos ofrece un nuevo estilo... Una vez editada la primera sesión ahora sólo queda que hagamos comentarios sobre ella, participando en él.
Es importante y conveniente que, además de opinar sobre la sesión en si, el autor el artículo, el tema, comentéis, igualmente. como habéis visto el funcionamiento y desarrollo de la misma, el uso del reloj, de los tiempos, las intervenciones, etc.; en definitiva si hemos logrado das más dinamismo y agilidad a los debates.
Coincido con Luismi en la calidad del blog, que es fiel reflejo de lo sucedido en la sesión, del que destaco el tono casi novelesco que ha empleado César en esta ocasión. Es de subrayar el respeto a las normas que se dio el grupo para el desarrollo de las sesiones del club, sujetándose a los tiempos tasados y al discurrir de la arena del reloj, que sirvió al moderador para dar paso a los participantes y mantener la paz en la mesa.
Respecto al tema tratado, creo que, pese a lo expuesto por algunos contertulios, hace una descripción de lo que une y separa a la sociedad civil de la sociedad política. El autor hace una referencia histórica muy interesante y retrata la realidad contemporánea, de la que destaca la paradoja de referirse a la sociedad civil como si toda fuera una en su pensamiento y opciones políticas, y como si fuera fuente de poder y de gobierno al margen de la sociedad política en un sistema democrático. Creo que es un texto de mucho interés para el momento en que fue escrito, y para comprender y analizar los discursos y las acciones que se producen en la actualidad.
Alejandro.
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