viernes, 22 de diciembre de 2017

“Economía y psicología”, de Jorge Delgado

"El Premio Nobel de Economía ha correspondido este año al americano Richard Thalerpor sus contribuciones a la economía conductual. Este mismo premio había sido ya concedido en 2002 a Daniel Kahneman y Vernon Smith por integrar el análisis psicológico a la teoría económica. La economía conductual (behavioral economics) está cambiando la forma de entender las relaciones económicas y la economía de mercado.
¿En qué consiste esta teoría? Thaler y Sunstein lo explican con claridad y humor en las primeras páginas de su libro Nudge. Improving decisions about health, wealth and happiness (Penguin Books 2008), que podríamos traducir como Un empujoncito. Cómo mejorar las decisiones sobre salud, riqueza y felicidad. La ciencia económica tradicional basa sus teorías en la existencia del homo economicus, un ser que toma decisiones correctas siempre en su beneficio. En palabras de Thaler, si echas un vistazo a los libros de economía, aprenderás que el homo economicus tiene la inteligencia de Einstein, una capacidad de almacenamiento de memoria como la de la computadora Big Blue de IBM y la fuerza de voluntad de Gandhi. Pero las personas que conocemos no son así: tienen problemas para resolver divisiones largas sin la ayuda de una calculadora, olvidan en ocasiones la fecha de cumpleaños de su pareja y tienen resaca después de la fiesta de Nochevieja. No son homo economicus sino homo sapiens [...].


www.elmundo.es

                                             Impresiones de la sesión

El martes 19 de diciembre nos volvimos a reunir en una nueva sesión que, aprovechando el artículo titulado “Economía y Psicología” de Jorge Delgado, presentado por Ignacio, nos pusimos a trabajar en “cómo aprovechar las aportaciones del nuevo Nobel de Economía” Richard Thaler, en todo aquello relacionado con la aplicación de la psicología conductual a la disciplina económica.

Ignacio nos hizo una reseña del autor y de Thaler, así como una síntesis de las mencionadas aplicaciones, poniendo ejemplos muy ilustrativos, aparte de los mencionados en el artículo, con continuas referencias a autores clásicos: Paulov, Skinner, …
Una vez terminada la presentación, tomó el testigo María que, como en ella es habitual comentó el artículo con una intervención muy documentada, de la que yo destacaría la reseña que nos aportó sobre el libro de Nassim Taleb “El Cisne Negro”, que por su interés aportó una sipnosis del mismo:

“Nuestro cerebro está hecho para ver más orden del que realmente hay. Y aunque esto pudo ser de mucha ayuda en las circunstancias dentro de las que vivieron nuestros más remotos antepasados, no nos sirve de mayor cosa a la hora de predecir, por ejemplo, una drástica caída de los precios accionarios.
Estamos programados para crear historias simples sobre fenómenos muy complejos y variados; de modo que siempre terminamos falseando la realidad. El resultado de esto es que perdemos control de la realidad y nos volvemos incapaces para predecir cualquier anomalía estadística.
En este texto, el autor presenta su teoría de los cisnes negros para ilustrar el modo en que la mayoría de nosotros cae en la trampa de pasar por alto las anomalías con el fin de uniformar cualquier modelo mental o teoría. Entre los temas tratados están: la falacia narrativa, pronósticos falsos y cómo entablar amistad con los cisnes negros”.




Tras la intervención de María el debate se desató. Antón nos aportó la necesidad de conducción o guía en cuestiones económicas que la mayoría de las personas desconocen, como es el caso de las inversiones económicas. Luiso resaltó la importancia que se le debe dar dar al individuo frente a los comportamientos tan gregarios de la sociedad actual. José señaló la gran manipulación que se da, en la sociedad de consumo, sobre la conducta de las personas; cuestión ésta que también fue señalada por Ángel y Alejandro, que insistió en como los intereses de determinados grupos son los que siempre prevalecen. Por otra parte, José Ángel consideró muy importante la aplicación de la psicología conductual en el desarrollo de la sociedad de consumo y de su proceso económico.




Y en estas, nos dieron las nueve y nos fuimos tomar el vino de Navidades



Animamos a participar a todo el que quiera dejar sus comentarios sobre este tema

Articularia

1 comentario:

Anónimo dijo...

En estos últimos años los premios Nobel de Economía se han decantado por premiar a personas que han investigado sobre la relación entre la Economía y la Psicología, en especial en el campo de la conducta económica de los ciudadanos. Estas investigaciones nos presentan no una personalidad humana estática sino cambiante, dinámica, que toma decisiones de acuerdo a las emociones, sentimientos, deseos, predilecciones, etc., propias del ser humano; y que además responden a una racionalidad limitada y a unos sesgos conductuales que distorsionan la visión de los hechos, conformando nuestras convicciones y nuestras expectativas, que están en la base de nuestras dudas a la hora de fijar puntos de vista y estrategias (aspecto a tener en cuenta en el mundo de las organizaciones y sus liderazgos, pero también en las decisiones económicas personales).
Hay tres aspectos fundamentales que afectan la toma de decisiones individuales en materia económica y en el mercado: la racionalidad limitada, las preferencias sociales y la falta de autocontrol. Desde el conductismo y su filosofía de la praxis, se realizan análisis experimentales del comportamiento, y se manejan datos y se formulan ecuaciones, leyes, teorías y aplicaciones instrumentales, que favorezcan la regularización del comportamiento económico de los ciudadanos y su aplicación efectiva a lo largo del tiempo.
Es aquí donde la recogida de ingente cantidad de datos e informaciones a través de diversos instrumentos tecnológicos en grandes almacenes inteligentes de información (big data), puede orientar las actividades económicas a la vez que reduce la carga emocional y la subjetividad en las decisiones, a la vez que facilita información para decidir con una confianza justificada. SE BUSCA COMPRENDER LAS DECISIONES ECONÓMICAS HUMANAS, Y SU REFLEJO EN LOS MERCADOS Y EN LA DISTRIBUCIÓN DE RECURSOS.
¿Qué se quiere lograr en el comportamiento económico de las personas? Entre otras cosas, ayudar a compensar los posibles errores que podamos cometer a la hora de elegir en un entorno de incertidumbre (si quieres que la gente haga algo, hazlo fácil).
Para terminar, recomiendo la lectura del suplemento "Economía digital" del diario EXPANSIÓN, de fecha 19 de diciembre pasado. Recoge acciones empresariales y ejemplos prácticos que ilustran el interés actual por las investigaciones en este ámbito.
Alejandro.