Doña Mercedes
Gaibrois de Ballesteros es designada para ocupar una vacante en la Academia de
la Historia
[…]¿No es verdad que mis lectores se han asustado un poco?... ¡Ahí es
nada presentarles así, de repente, a una mujer historiadora, investigadora,
medievalista, erudita!... Segura estoy de que se imaginan a una señora llena de
años, apergaminada y corta de vista, metida entre libros y rodeada de
polvorientos papelotes.
¡Qué equivocación! Es que el público, en general, no
conoce a la señora de Ballesteros. Y no la conoce porque ella ha huido siempre
de la publicidad, no obstante sus reconocidos méritos […].
La Voz, 27 de diciembre de 1932
Impresiones de la sesión...
Sólo ver la preparación y el
derroche de medios de la ponente, -mi compañera Angélica- y el ferviente y
ardoroso desarrollo del debate, nos sirvió para reafirmar, aún más si cabe, la
decisión de invitarla para que fuese ella la que hiciera la presentación de un
tema tan delicado y apasionante. Qué situación tan especial, una mujer hablando
de la proyección de la mujer a un auditorio de varones.
… Qué lastima que no estuviera
María, Rosa, Amelia,.. en este debate….
La amena introducción, las claras
y precisas aseveraciones guiadas a través de la proyección, la variada y
pedagógica elección de los “vídeos documentales”, muestran no sólo una rotunda
capacidad de hacer las cosas bien, sino además la voluntad de ofrecérselas a
los demás de forma sincera y generosa. El reconocimiento y agradecimiento desde
Articularia para ella.
Conviene resaltar, también, la habilidad de la ponente -mediante
los vídeos documentales- para situar el debate no en el trasunto histórico de
la “problemática marginación de la mujer”, sino en las diversas formas de ser
“persona” o ser humano en la “sociedad actual”.
El debate, como es costumbre
entre nuestros apasionados caracteres, muy pronto se tornó en viva polémica.
Antón, entre argumento y argumento, nos ilustraba con la importancia del
derecho natural en el reconocimiento de todo este tipo de cuestiones y nos
volvía a regalar a todos con su fluida oratoria.
Alejandro, aun reconociendo los
importantes problemas existentes en el tema de la identidad de género y en la
marginación de algunos colectivos, señaló que lo importante es considerar a la
persona como la base de todos los derechos y veía algo de moda y postureo en
mucha de la información mediática en relación al tema. Luiso, que nos dejó sin
una segunda intervención opinaba de
manera similar.
Algunos otros consideraban que la
cuestión de ver a la persona o al ser humano como elemento confluyente de la
igualdad, afrontado a la vez las cuestiones problemáticas y de marginación,
podía ser una buena manera de empezar. La ponente volvió a resaltar la
importancia que tiene, en el momento actual, la validez de las “diferentes
formas y de ser y de comportarse”...
Entrando en más materia…
El debate resultó de lo más animado y participativo. Pronto, como se
señala en uno de los párrafos de arriba, la polémica desbordó la temática
específica de la mujer, para abarcar la situación de marginación en la que se
encuentran los colectivos, contrastando argumentos de unos y otros, algunos recurriendo
al derecho natural.
Entiendo que una persona con cuerpo de mujer se sienta
hombre o a la inversa. También que un hombre o una mujer se sientan las dos
cosas al mismo tiempo. Pero en mi concepto mental me es más difícil entender que una persona no se sienta ni
hombre ni mujer (Teoría de la tabla rasa).
Para mí lo más importante es la persona y nadie debe ser marginado
por su condición, pero tampoco tener privilegios.
A r t i c u l a r i a
Josefina
Carabias (Arenas de San Pedro, Ávila 1908 – Madrid, 1980)
Fue una
abogada, escritora, locutora, corresponsal y periodista española que ejerció el
Sánchez Ocaña, con quien estaba emparentada, Josefina Carabias comienza a trabajar en la revista ilustrada Estampa y finalmente acaba colaborando en medios de gran tirada como Ahora, Mundo Gráfico o La Voz. Es considerada la primera mujer periodista en España. Al contrario que otras muchas mujeres que ya habían escrito en prensa a través de colaboraciones, Josefina Carabias no tenía otra profesión que el periodismo, que ejerció durante toda su vida.
En 1936,
después del estallido de la Guerra Civil, huye a Francia con su marido, José Rico Godoy.
Una vez que pudo volver a España comenzó a trabajar en el diario Informaciones
como redactora, si bien tenía un contrato como secretaria. En 1954 se marchó de
corresponsal a Washington, enviada por un consorcio de periódicos encabezado
por Informaciones. Allí permaneció escribiendo artículos sobre el modo de vida
en los Estados Unidos hasta 1959, cuando se traslada a París como corresponsal
del diario Ya.
Muere en 1980 de un ataque al corazón cuando su libro Los que le
llamábamos Don Manuel está en la imprenta
Animamos a participar a todo el que quiera dejar algún comentario sobre este artículo.
5 comentarios:
Me parece un artículo muy apropiado para reflexionar sobre la igualdad entre hombres y mujeres y sobre las conductas discriminatorias, muy oportuno además teniendo en cuenta que el próximo día 8 se celebra el día internacional de la mujer trabajadora. Tenemos que congratularnos de que en España la situación de la mujer ha ido mejorando visiblemente en los últimos años, aunque según el último informe de la UE por término medio las mujeres ganan un 16% menos por hora que los hombres.
También se va superando la idea de que cuando un hombre accede a un cargo de dirección se da por supuesto que está preparado para ejercerlo bien y luego con el tiempo se va demostrando si se ajustaba o no a las expectativas; por el contrario cuando una mujer accede a un cargo de dirección tiene que demostrar desde el primer momento su valía y con el tiempo se le va reconociendo que merecía el puesto por el que optó. Lamentablemente esta forma de pensar todavía se da en la sociedad, aunque no de forma tan acusada como hasta no hace mucho tiempo.
Una pregunta fundamental que surgió al calor del debate fue "¿Qué es la naturaleza humana?". Parece que hubiera hoy y en esta sociedad una pretensión de crear a la persona desde la razón, el conocimiento, la ley... Considero que hay que atender a las caracterísitcas de las personas en su totalidad individual, y, a la vez, formando parte de la sociedad en la que viven. No estamos solos. Vivimos en comunidad. Tenemos Historia, ancestros, principios... Crecemos, nos desarrollamos,interactuamos, compartimos, colaboramos y cooperamos, pensamos, sentimos, etc., en relación con otras personas. Hay que poner de manifiesto, entre otros, los principios democráticos de respeto, tolerancia, libertad, participación e inclusión. Huyamos de imposiciones ideológicas. No adoctrinemos, respetemos. No saquemos ventajas ni dividamos a la sociedad, actuemos con el ideal de construir una comunidad justa y realmente democrática, equitativa y con igualdad de oportunidades para tod@s. Alejandro.
La consideración que debemos a las mujeres que han conquistado puestos destacados y logrado altas cotas en sus estudios e investigaciones, no nos debe hacer olvidar a todas aquellas otras que han desarrollado o cumplen actualmente una labor fundamental para el mantenimiento de su familia y de la sociedad: su trabajo es igualmente inestimable y digno de elogio. Y si algo debo destacar y agradecer es la labor educativa callada y generosa que han realizado a lo largo de toda su vida con sus hijos, así como los esfuerzos, en ocasiones heroicos, que han desplegado en bien de sus familias y comunidades. Honor a ellas.
Mi más sincera felicitación a Angélica por el esfuerzo desplegado en la preparación de la sesión y por la claridad de la exposición inicial.
Los distintos tipos de sexualidad que nos presentó y las diversas reacciones que suscitan, me llevan a considerar la idea de la alteridad radical; el rechazo de la realidad distinta de lo que pensamos, nos lleva a alternar nuestro punto de vista con la manera de ver la realidad por parte del otro, posibilitando la "creación" de una realidad más manejable, más cercana y próxima, que altera nuestra forma de ver la vida y nuestros valores. Este cambio de perspectiva me lleva a preguntar: ¿Es éste el momento en el que nos encontramos en relación con tantos y tantos asuntos que nos inquietan, que nos anuncian cambios rápidos y profundos no esperados? ¿Estamos viviendo un tiempo que está alterando nuestra cultura? ¿Estamos ante cambios ideológicos profundos o circunstanciales?
Siento enormemente no haber podido acudir a la cita con Articularia y más aún en las circunstancias especiales en lo que se refiere a la ponente, confirmando, por las crónicas (yo lo intuía),
que su intervención iba a ser recordada en este club.
Mi aportación, si lo fuere, sería considerar que los procesos que vivimos de "diversificación" también nos alcanzan como seres humanos. Y en este sentido resulta que la dicotomía hombre, mujer, parece que queda para el pasado remoto.
Por mi parte, no encuentro nada más que apelar al sentimiento de "persona humana", esto que tanto nos ha "rayado", tan necesario en estos tiempos y seguramente en otros.
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