viernes, 17 de marzo de 2017

“Cómo mejorar la educación en España”, de Antonio Cabrales

[…]“En educación ya hay alguna reforma incorporada en la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). De esa ley, lo más importante son las evaluaciones de fin de ciclo. Es muy importante que esas evaluaciones se hagan bien, aprendiendo de los aciertos y errores de la experiencia internacional. Y en la medida de lo posible, como me decía un director de instituto recientemente, «deberían implicar a la comunidad educativa en el proceso, y hacer transparentes los criterios de elaboración, puntuación y corrección». Algo que ya sucede con la prueba de selectividad […]”.


Artículo presentado por Alejandromiembro de Articularia


 www.elmundo.es


Impresiones de la sesión (1ª parte)



No nos defraudó la Sesión

Alejandro nos hizo una presentación brillante del tema, del artículo y del autor. Resaltando como aspectos más generales, cómo el ir y venir de leyes no había servido de mucho en la mejora de la enseñanza, quizás porque nunca se había entrado en las causas más profundas del problema; destacó, también, cómo nunca se había entrado en profundidad en la cuestión de la preparación del profesorado y cómo, igualmente, se había perdido el norte en cuanto a considerar debidamente el sujeto educativo, las nuevas generaciones de educandos. Destacó igualmente las referencias que el autor hace a la enseñanza inglesa, y una ausente postura ideológica a la hora de abordar este tema.

Terminó su presentación señalando cuatro interrogantes objetos de debate, que más o menos iban en esta línea:

¿Cuál debe ser hoy la “lógica de la explicación” en el planteamiento pedagógico?
Desde la posición del docente, ¿qué concepto se debe de tener del otro?, ¿cómo llenamos al alumno?
¿Cuál es el futuro de la Escuela, que ideales debe tener?
¿Qué atención, que asistencia se tiene que prestar a la diversidad?
Fue una de las sesiones en la que todo el mundo quería hablar.

César, en su deseada vuelta, destacó lo desequilibrado del artículo, ya que estaba dedicado en gran medida a la enseñanza universitaria y la investigación y muy poco al resto de las etapas educativas, debido, seguramente, a la propia trayectoria profesional del autor del mismo. También consideró, como hecho destacable, que los demás países de nuestro entorno -Inglaterra, Alemania,...- destinaban un grandísimo esfuerzo a considerar como prioritario la igualdad de oportunidades, una seria evaluación del proceso educativo y la calidad en la producción científica de las universidades. Destacó como problemas de nuestro sistema la falta de disciplina del alumnado,  el desprestigio en el que había caído el profesorado, la necesidad de recuperar la cultura del esfuerzo y la de excluir el frentismo ideológico-político en el necesario pacto educativo.



En general, se fueron entresacando los graves problemas del sistema educativo, a los señalados por César, Manuel añadió la endogamia existente en nuestras universidades y destacó el modelo de acceso a la carrera del profesorado que se dio en la Segunda República;  José nos aportó, como ya anunció en la documentación, la absorción del sistema educativo por el sistema de mercado, como se ve en la imposición de los “sistemas de calidad”, no tenemos alumnos, ahora tenemos clientes; además subrayó la necesaria implicación de las familias y su parte de responsabilidad. Amelia, José Angel –con su llamada de atención a la importancia de los primeros años educativos-, Luis –con su aclaración de la actual mejora de las Facultades de Educación-, y Luiso –“antes de implantar mejoras hay que priorizar en fijar qué modelo de sociedad queremos”- insistieron en la misma idea, la dependencia de la educación de la sociedad en la que está inserta y la falta de consideración que tienen estamentos decisorios de nuestra sociedad, por la esencial importancia de la educación en un buen desarrollo de la persona y la colectividad.

Nos anunciaron el cierre de la biblioteca desde el altavoz y Luis seguía enumerando cuestiones y reclamaba que se le dejara acabar…

Como el tema daba mucho de sí, decidimos continuar en la próxima sesión, el día 28 del corriente…

A r t i c u l a r i a


Antonio Cabrales Goitia (Madrid 1964-)

Antonio Cabrales es un estudioso en cuestiones educativas. Doctor en Economía por la Universidad de California (1993) y Licenciado en Economía por la Universidad Complutense de Madrid (1987), actualmente es Profesor en el Departamento de Economía en el University College London. Ha venido desarrollando actividades docentes en las universidades Carlos III de Madrid, la Pompeu Fabra de Barcelona, la de San Diego en California y la Complutense de Madrid. También es investigador asociado del CEPR y de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), en la que, entre otras funciones, colabora como uno de los editores de “Nada es Gratis”, uno de los blogs económicos en español más exitosos de los últimos años.

Los campos de investigación en los que ha venido  trabajando principalmente son los relativos a la economía de las organizaciones, el diseño de las instituciones, la economías del comportamiento, la economía experimental, la teoría avanzada del juego y la economía de la información.

Invitamos a participar a todo el que quiera aportar sus comentarios al artículo

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante tema y animado debate. El artículo, de lenguaje claro y sin florituras, respondía a su título tratando diversos aspectos que se discutieron en el debate de la LOMCE. Lógicamente, no pretendía agotar el gran número de cuestiones que a priori planteaba. Sí hacía referencia a aspectos que debemos cuidar hoy. Así: la educación y la crisis social, el refuerzo de la educación infantil, la necesidad de evaluar el proceso educativo de forma participativa; la formación del profesorado y su acceso y promoción; la financiación de las universidades y de las ayudas a los universitarios; la producción de conocimiento en las universidades y la creación y mantenimiento de equipos de investigación. Todos estos puntos son capitales en la mejora de la calidad de la enseñanza, y siguen de plena vigencia en el debate educativo.
En el 160 aniversario de la Ley Moyano, en el debate surgió repetidamente, entre otras consideraciones, la necesidad de hacer un "pacto educativo". Mirando hacia atrás y viendo de dónde venimos, creo que es hora de servir a los españoles dándoles lo que es justo y les corresponde: unos centros educativos al servivio de su progreso y del avance de la sociedad, unos currícula que estén orientados al desarrollo de sus capacidades, unos valores y habilidades sociales que favorezcan su incorporación a la sociedad que está por venir, y unas dinámicas que incorporen y traten las diferencias peronales y culturales. ¿Es esto posible hoy en nuestro país?

César dijo...

Todo esto que propones es deseable pero muy difícil de conseguir en nuestro país, de hecho soy muy escéptico a que el llamado pacto educativo que se está intentando llevar a cabo en esta legislatura vaya a prosperar. Y esto es debido a que las propuestas de mejora se valoran en función del partido político del que provienen, de si son de izquierdas o de derechas, y no del interés general del sistema educativo del país, independiente mente de si son progresistas o conservadoras: seleccionemos lo mejor en función de lo que ha resultado positivo, descartando lo que ha sido un fracaso, fijándonos en la experiencia de otros países, etc. Pero esto no funciona así en España; recordemos que en la legislatura de Zapatero, el Ministro de Educación Ángel Gabilondo obtuvo la aprobación de todos los partidos políticos menos del PP para una reforma educativa que al final no se pudo firmar, ¿por qué no la apoyó el Partido Popular?, tenía aspectos mejorables, obviamente, pero simplemente no quiso permitir que el Partido Socialista se anotase el tanto de aprobar una ley de consenso de todos los partidos políticos. Si Pedro Sánchez llega a ser el próximo presidente del Gobierno ya ha dejado bien claro que lo primero que va a hacer es derogar la LOMCE, aunque esta tenga aspectos positivos como recuperar el valor del esfuerzo, el prestigio de la figura del profesor, etc. Pero ya sabemos que todo lo que venga del PP para Sánchez es desechable, recordemos el “NO es NO y qué parte del NO no no has entendido”, ¿es ésta una postura tolerante para llegar a algún acuerdo?. Un ejemplo reciente lo acabamos de ver con la no aprobación por parte de la oposición del decreto de la estiba presentado por el Gobierno aunque suponga seguir favoreciendo la actual privilegiada situación de monopolio de los estibadores y nos cueste una multa diaria de 130.000 €. ¿El por qué?: lo ha presentado el PP.

Pero esta postura de los políticos es un reflejo de nuestra visión de la política como ciudadanos, que se traslada a los políticos y sus discursos. Cuando alguien da una opinión en contra del PP enseguida se le encasilla como que es del Partido Socialista, o si alguien critica algo que no le parece correcto del PSOE se le etiqueta como que es del PP. No interesa el mayor o menor valor de la crítica sino etiquetar a la persona como de izquierdas o de derechas porque es más fácil echar por tierra su opinión si le encasillamos en un partido o tendencia política que rebatir con argumentos tal opinión, ya que eso supone aportar datos e información, de la que en muchos casos se carece. Somos los ciudadanos los que tenemos que empezar a cambiar este frentismo ideológico cuando opinamos sobre aspectos políticos del país. Estoy de acuerdo con las propuestas de mejora de la educación que plantea el comentario Anónimo pero ante su pregunta ¿es esto posible hoy en nuestro país?, lo veo muy difícil, porque como dice el catedrático de instituto Felipe José de Vicente “Creo que si los partidos se centran en los problemas técnicos y reales del sistema es posible el acuerdo. Si empezamos por cuestiones que no tienen nada que ver con la mejora de la educación sino con disputas ideológicas volvemos a debates ya superados en Europa y que distraen de lo que es central en la educación”.

luismi dijo...

En la época de la transición, en lo referente al tema educativo, así como en otros, perdimos una ocasión única en la historia de nuestro país. En el proceso de creación de la LOGSE (ley Orgánica General del Sistema Educativo), confluyen una gran cantidad de elementos, de sinergias que es muy difícil que se puedan volver a encontrar.
Asociaciones de Padres, Alumnos, Docentes y sus Sindicatos y Administración, se vieron en un proceso creativo cuyo resultado fue una ley que proyectaba un sistema educativo basado en las necesidades reales del país. Por tanto, al menos en teoría, se formulaba un muy buen planteamiento educativo, pero dado el retraso estructural de nuestro país, también en el ámbito educativo, dicho plan, dicha ley y dicho sistema educativo necesitaba una grandísima cantidad de dinero para su puesta en marcha. Dinero que en aquel momento no se le otorgó. De aquí que la ley y el plan fracasaran.
Despues las continuas pugnas politicas entre los mayoritarios han hecho imposible el consenso educativo que, a un nivel general, si se dió con la LOGSE

Anónimo dijo...

Sin eso está bien pero esa ley que usted menciona, la famosa LOGSE, representó un fallo estrepitoso en este país y quizás nos cuestiones que a la larga fueron un lastre, como por ejemplo la preponderancia de los Consejos Escolares, que vinieron a minar tanto la autoridad jerárquica de la institución educativa -dirección, jefatura de Estudios- como la de los mismos docentes.

Anónimo dijo...

En el siglo XIX asistimos a debates entre conservadores y liberales, a los que después se sumaron otros "-ismos". Parece que en muchas ocasiones, tras la ocupación del Estado, el objetivo fuera hacer triunfar las propias ideas partidarias sobre las de los demás, utilizando ideológicamente "la escuela" . En el terreno educativo, mientras esto ocurría, surgió un movimiento pedagógico que venía a renovar la educación: la Escuela Nueva, que se centró fundamentalmente en el alumno, en sus intereses y necesidades, y en su socialización.
Hoy, en este mundo globalizado en lo económico y cultural, en el que se producen avances científicos de forma acelerada, donde internet es fuente de información y las redes sociales vehículos de comunicación mundiales, donde la educación se percibe como el medio más poderoso para mejorar la vida de las personas y de los pueblos, es una exigencia democrática que el Estado procure al menos: la revisión de los curricula haciéndoles bimodales (actividad de memorización y actividad práctica); la creación de centros educativos centrados en los estudiantres, que den sentido al conocimiento y que trabajen en red con otras instituciones; la formación de profesores bien preparados, innovadores, partícipes de proyectos colectivos de acción, con fuerte preparacación pedagógica y miembros de un cuerpo único; el liderazgo pedagógico plasmado en el hacer de la Dirección de los centros y en el trabajo de la Inspección; los refuerzos escolares para aquéllos que los necesiten, con el fin de disminuir el fracaso escolar; el refuerzo de las tutorías y el apoyo al desarrollo de las facultades, emociones y talentos de los escolares; la presencia normalizada de internet y de las tecnologías de la información y de la comunicación en la actividad escolar; y, para concluir, la puesta en valor de la pedagogía sistémica, las comunidades de aprendizaje y la educación para el servicio.
Como en tantas ocasiones, los movimientos de renovación pedagógica, las escuelas de verano, las prácticas de profesores y centros innovadores, etc., vienen marcando el camino a seguir. Avancemos y superemos dificultades ideológicas, económicas, políticas, culturales ... ÁNIMO.

luismi dijo...

Tras esta clarificadora intervención, yo sólo quería aportar otro elemento para el debate; cual puede ser desde ahora el rol más importante del docente. Sobre ello no podemos olvidar:

1.- Desvalorización de lo "magistral", de lo "memorístico", de lo "académico"...
2.- Abundancia de recursos de todo tipo (por ejemplo en Internet)...
3.- Excesivo caudal de contenidos formativos e informativos...

Cual va ser su principal papel: un dinamizador de grupos, un selecionador de recursos y contenidos educativos; un evaluador de trabajos y grupos....