miércoles, 20 de marzo de 2019

“Yo, Claudio”, de Robert Graves



Llegado a los últimos años de su vida y temeroso de caer asesinado víctima de una conspiración, el emperador Claudio (o "Clau-Clau-Claudio", o "Claudio el idiota") decide consignar por escrito su larga y azarosa vida desde los días en que gobernaba su tío abuelo Augusto, a cuya sombra su esposa Livia movía los hilos del poder. 


En esta novela inolvidable vemos desfilar delante de nosotros todo el esplendor y miseria de los primeros años del Imperio Romano, embarcado muy pronto en una espiral de conspiraciones, crueldad y violencia bajo los reinados del taciturno Tiberio y del extravagante Calígula. 





Robert Graves (Wimblendon, Inglaterra, 1895 – Deià, España, 1985)

Escritor, poeta y traductor inglés, Graves estudió en Chaterhouse y en la Universidad de Oxford, centro que abandonó para participar en la Primera Guerra Mundial. Este conflicto, en el que fue herido en la batalla del Somme, le inspiró un volumen de poesía llamado Hadas y fusileros (1917).


En 1918 Graves se casó con la pintora Nancy Nicholson, con quien tuvo cuatro hijos. Después de publicar Lawrence. Rey sin corona de Arabia (1927), una biografía de su buen amigo T. E.  Lawrence, escribió uno de sus primeros libros en prosa, Adiós a todo eso (1929), después de trabajar como profesor en la Universidad de El Cairo, trasladó su residencia a España para residir en Deià, (Mallorca), junto a la escritora Laura Riding, con quien publicó la revista “Epilogue”.

Cuando estalló la Guerra Civil, Graves abandonó el archipiélago balear para retornar con posterioridad a la isla a mediados de los años 40 y vivir junto a Beryl Hodge, con quien se casó en el año 1950 tras separarse de Laura a finales de la década de los 30. Con Beryl, Robert tuvo otros cuatro hijos.

A pesar de alcanzar la fama con libros de corte histórico como, Yo, Claudio (1934), novela llevada a la pequeña pantalla con gran éxito, su continuación, Claudio el dios y su esposa Mesalina (1934), El conde Belisario (1938), El Vellocino de oro (1944), Rey Jesús (1946) o La hija de Homero (1955), Graves siempre se consideró ante todo poeta, siendo su principal referencia lírica su libro Poemas completos (1959).

Su capacidad como crítico y ensayista, le llevó a publicar textos como Sobre la Poesía Inglesa (1922), Examen de la Poesía Modernista (1927), La diosa blanca (1947), Los mitos griegos (1955), Los mitos hebreos (1964) o Mitos y leyendas griegas (1968).



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