viernes, 6 de abril de 2018

“Hay una crisis de masculinidad”, de Jordan B. Peterson


[…] La izquierda posmoderna y sus guerreras feministas han logrado imponer la idea de que la jerarquía es una construcción social del malvado y corrupto patriarcado occidental. Sepultan la biología bajo su ideología. Niegan la naturaleza para culpar al varón. Es absurdo. Sus ideas no tienen base fáctica alguna. La Biología evolutiva y la Neurociencia demuestran que las jerarquías son increíblemente antiguas. Más que los árboles.[…]

[…] Hay una crisis de la masculinidad. La "tóxica masculinidad", dicen las feministas. Los chicos reciben de la sociedad moderna un mensaje devastador y paralizante. Primero, se les recrimina su agresividad, cuando es innata y esencial a su deseo de competir, de ganar, de ser activamente virtuosos. Luego se les dice que la sociedad es una tiranía falocéntrica corrupta de la que ellos, por supuesto, son culpables de origen por el mero hecho de ser hombres. Y finalmente se les advierte: «No se os ocurra intentar prosperar o avanzar, porque entonces además de culpables seréis cómplices activos de la tiranía feminicida». El resultado es que muchos varones, sobre todo jóvenes, tienen la moral por los suelos. Están empantanados, perdidos. No tienen rumbo ni objetivos.[…]


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Impresiones de la sesión

Menos mal que se presentaron y nos acompañaron las nuevas “tertulianas de la platea”, ya que si no, a lo mejor no habíamos llegado al “quorum”. Se notó mucho que era martes santo y la gente ponía ya pies en polvorosa. Menos mal que esta vez José, que le tocaba la ponencia, no nos hizo un Puigdemont y nos traía muy bien preparada la introducción del tema que él mismo había propuesto “¿Hay una crisis de la masculinidad?”. Para ello nos hizo una presentación sobre el autor, de la que destacamos a modo de pincelada biográfica lo siguiente:

«Jordan B. Peterson nació en 1962 en Canadá. Se trata de un psicólogo clínico y profesor de la Universidad de Toronto famoso por grabar sus clases, enfrentarse a la idea del feminismo como motor de la sociedad y atacar a “la izquierda radical”, a quien compara con Mao Tse Tung, en medio de discusiones que tienen lugar en el aula, y ahora en los medios de comunicación, que lo han destacado como un autor súper ventas. Igualmente es el autor del libro “Mapas de significado”, que se puede obtener de manera gratuita en su propia web personal.




Se le conoce como "el intelectual más odiado por la izquierda", pero tiene muchas más facetas que ser un el fiero azote de aquella. Es también crítico cultural, profesor de psicología y un dinámico activista político canadiense. Sus principales áreas de estudio son la psicología anormal, social y de la personalidad, con un interés particular en la psicología de las creencias religiosas e ideológicas y la evaluación y mejora de la personalidad y el rendimiento laboral.

Dinamiza un canal de YouTube en el que publica, entre otros contenidos,  las grabaciones de sus clases universitarias. En 2016, Peterson publicó una serie de videos en los que criticaba la corrección política y el proyecto de ley C-16 del gobierno canadiense.
Por estos vídeos, comenzó a recibir una importante atención mediática que le ha convertido en una figura de culto entre los 'millennials', sobre todo masculinos. Su reciente libro, 'Doce reglas para la vida', es un tratado de la responsabilidad frente a la cultura del victimismo, con el que Peterson arrasa también en ventas. Sus vídeos tienen miles de reproducciones. Su canal, casi un millón de suscriptores. ¿En Chile? También tiene seguidores.»

Tras estos apuntes de tan singular autor, José nos introdujo en el tema diseccionando la extensa entrevista que Cayetana Álvarez de Toledo le realiza al autor; resaltando conceptos como: jerarquía, patriarcado, falocentrismo, feminización del hombre, necesidad de maduración del hombre, etc. Frente al acusado antifeminismo del autor, destacó la doble marginación histórica de la mujer, tanto en el trabajo como en el hogar; y también cómo las clases sociales y la lucha entre ellas, pese a lo que se quiere hacer ver, sigue existiendo y provocando todo tipo de marginaciones.



César resaltó lo polémico que resulta ser el autor, y puso de manifiesto las opiniones a favor y en contra por parte de los medios de comunicación y de los intelectuales. Así por ejemplo el New York Times lo llamaba hace unas semanas “el intelectual más influyente del mundo occidental en estos momentos”, mientras que la revista canadiense Maclean’s lo llamó “el hombre inteligente de las personas estúpidas”. Para algunos defensores del autor es lamentable que se utilicen fáciles parangones entre el nazismo y Peterson, cuando se ha dedicado extensamente a entender y criticar fenómenos como el nazismo y el estalinismo, y en su primer libro, “Maps of meaning”, hace un estudio profundo sobre qué es lo que se debe evitar para que estos fenómenos infernales vuelvan a ocurrir. La periodista de la BBC, Cathy Newman, en una entrevista asumió de entrada que Peterson era el vocero de la masculinidad tóxica y el poder patriarcal. César remarcó que gran parte de la popularidad del autor se debe a que se ha atrevido a decir lo que cree, aunque genere incomodidad y ponga en entredicho muchos pseudovalores que imperan en nuestra cultura. También recordó el momento de la entrevista en el que el autor denuncia la situación de muchos jóvenes canadienses que, ante el mensaje que reciben de la “tóxica masculinidad”, tienen la moral por los suelos y están empantanados, perdidos.

Luiso se postuló en total desacuerdo con Peterson, según él a lo largo de la evolución se manifiesta como una nota característica el dimorfismo sexual- variaciones en la fisonomía externa, como forma, coloración o tamaño, entre machos y hembras de una misma especie- y tanto el feminismo como el machismo son elementos negativos, al ser identitarios separan y dividen. Las dos cosas son las dos caras de una  misma dialéctica perniciosa. No defiende al hombre o a la mujer en sí, sino a los individuos.




María, sin embargo, se alineó totalmente con el autor. Para ella la crisis de la masculinidad es evidente, lo mismo que las abrumadoras diferencias biológicas. Las chicas apabullan a los chicos de su misma edad. Y las mujeres actualmente acceden a todo tipo de estudios y están presentes en todo tipo de profesiones y trabajos. Luis remarcó la necesidad de defender la igualdad de derechos y trabajar desde edades muy tempranas en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.

Como “un gran provocador” calificó Alejandro a Peterson, al criticar de forma contundente lo políticamente correcto, y por el novedoso uso que hace de los medios de comunicación; e, igualmente, al defender con entusiasmo al individuo frente a los colectivos. También destacó, como una de las críticas del autor al feminismo, la búsqueda continua que este movimiento realiza para tratar de “feminizar al hombre”. Desde hace treinta años hay una dialéctica entre el feminismo y el machismo que provoca un grave desajuste. De aquí que no sea difícil ver cómo muchos, criados por sus abuelos, son educados en valores de generaciones anteriores a las de sus padres; y cómo, ante la inadaptación a las nuevas situaciones, los varones caen en actitudes violentas. Para Alejandro el reto es afrontar esta situación de cambio reconstruyendo los nuevos roles de lo femenino y lo masculino. Primero el sentido, la razón, y luego las ideologías.

Para José Ángel no hay crisis de masculinidad, porque para él ni todo es feminismo ni todo es machismo; y además ni todos los hombres son iguales, ni todas las mujeres son iguales. El hecho de que las mujeres estén accediendo a derechos que antes eran exclusividad del hombre no quiere decir que éste los esté perdiendo. Manuel quiso recordar la máxima de la Biblia que dice que nada cambia, todo permanece; pero la realidad es que lo único permanente es el cambio.

Pese a la disparidad de opiniones, sí llegamos a una idea generalizada: la fuerte y necesaria incorporación pública de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad desde hace décadas, crea situaciones nuevas que motivan que el varón se deba ir adaptando a las mismas, modificando sus roles y actitudes.


                                                                                                                                          Articularia


Jordan B. Peterson (Alberta, Canadá 1962-)

Jordan B. Peterson es un psicólogo clínico, crítico cultural, profesor de psicología y activista político​ canadiense. Sus principales áreas de estudio son la psicología anormal, social y de la personalidad, con un interés particular en la psicología de las creencias religiosas e ideológicas y la evaluación y mejora de la personalidad y el rendimiento laboral.3 Imparte clases en la Universidad de Toronto.

Posee un canal de YouTube en el que publica las grabaciones de sus clases, entre otros contenidos. En 2016, Peterson publicó una serie de videos en los que criticaba la corrección política y el proyecto de ley C-16 del gobierno canadiense. Por estos videos, comenzó a recibir una importante atención mediática.

Entre 1993 y 1998, Peterson vivió en Arlington, Massachusetts, durante esos años trabajó como profesor e investigador en el departamento de psicología de la Universidad de Harvard. Durante su tiempo en Harvard, estudió la influencia del abuso de drogas y alcohol en el aumento del comportamiento agresivo de las personas. En julio de 1998, regresó a Canadá y ocupó un puesto como profesor titular en la Universidad de Toronto.

Sus áreas de estudio e investigación abarcan los campos de la psicofarmacología, la psicología anormal, la neuropsicología, la psicología clínica, la psicología de la personalidad, la psicología social, industrial y organizacional, así también como la psicología religiosa, ideológica, política y de la creatividad. Peterson es autor y/o coautor de más de cien trabajos académicos.​ Tiene más de 20 años de práctica clínica, con 20 pacientes a la semana, pero en 2017 decidió suspender la práctica debido a sus nuevos proyectos.


Desde aquí animamos a participar en el apartado de comentarios a todo el que quiera dejar sus reflexiones en torno a este artículo


Articularia

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante artículo-entrevista en el que se nos presenta una visión crítica de un asunto muy presente: la dialéctica masculinidad y feminidad, reducida a la oposición entre el patriarcado tradicional y el feminismo. A mi entender, Jordan B. Peterson sostiene que tal oposición no tiene raíces unicausales, por lo que en ella no hay que olvidar la biología evolutiva, la neurociencia, la antropología y la sociología, la economía, la política, etc.. Es necesario buscar la multicausalidad para poder entender lo que ocurre y poder explicarlo sin colocar la ideología por encima del razonamiento.
Este político que se manifiesta contrario a lo políticamente correcto, al delito de odio, a la discriminación por identidad y/o expresión, a las acciones contrarias a la libertad de expresión, al totalitarismo y al pensamiento único, y que cree muy necesario reconocer la existencia de la verdad, advierte que en la "guerra cultural" a la que asistimos y en la que también somos actores, en temas como el de la jerarquía, la masculinidad, los discursos hombre-mujer, las relaciones entre sexos y el ejercicio de la propia responsabilidad (el individuo es soberano), debemos tener presentes cuentiones como:
- el lenguaje y su uso en libertad,
- las inclinaciones sociales incuestionable,
- la libertad de expresión y el sentirse ofendido por ella,
- las amenazas y los abusos,
- el dogma cultural dominante (tomas como indiscutiblemente verdaderas creencias ideológicas),
- la defensa de la verdad y de la libertad política y cognitiva,
- la defensa de los jóvenes para que tomen protagonismo y se rebelen contra la realidad ineludible,
- la recuperación de la razón y de la inteligencia en el discurso público, liberando a éste de la emoción y de los sentimientos,
- la originalidad y la creatividad (ser, luchar, mejorar, afirmarse...).
Espero haber sido en este comentario.
Saludos. Alejandro.

luismi dijo...

Al socaire de los que señala Alejandro, a mi si que me gustaría que, en algún momento, tomásemos el "toro por los cuernos" y afrontemos el debate sobre el significado profundo de lo que lo "políticamente correcto" y de las repercusiones que tiene, sobre todo a la que se refiere al fortalecimiento del "pensamiento único", al limitar cada vez más y más el pensamiento reflexivo y crítico.
A modo de ejemplo de lo dicho antes, señalar que si, en el mundo de hoy el varón se puede sentir perdido buscando su readaptación a las nuevas situaciones, eso no quiere decir que critiquemos al feminismo. O que, el que haya varones que sean cafres, no significa que todos los machos de todas las especies -"machismo negativo per se"- sean intrínsecamente malos -que hable el macho de la mantis religiosa-.

aldoreon dijo...

Siento no haber podido estar en esa sesión, porque seguro que fueron jugosas las intervenciones.
El tema por intemporal, además de rabiosa actualidad, merece un comentario. Todas las claves que recoge Alejandro son determinantes.
Uno de lo primero que creo se debe resaltar es lo visceral del tema, parece que nos ataca en lo más íntimo, y nos sentimos amenazados, enarbolando la bandera de género. Esto en ambos bandos y mucho más acusado cuanto más joven se es. En este sentido, apunto, la necesidad de que desde nuestra experiencia de adultos seamos capaces de suavizar este ímpetu en evitación de conflictos futuros.
En definitiva deberíamos considerar al individuo "per se" independiente de su condición masculina o femenina.
Tenemos pánico de nuestra propia independencia, siempre que podemos nos agrupamos de forma borregil (esto ya le comentado con Luismi). Y esta cuestión que tratamos viene a ser lo mismo, aunque no lo parezca. En general, siempre sacamos lo peor de nosotros mismos cuando actuamos en "manada".
Y ahora que lo digo, que preclaros estuvieron esos indeseables en el momento de poner nombre a su nefasta compañía.
No quiero aburriros más.
Un fuerte abrazo.