viernes, 24 de noviembre de 2017

“Los dueños del suelo”, de Luiso Orte

“[…] La construcción, durante algunos años fue casi un coto cerrado en manos de un grupo de personas, industriales y políticos, que funcionaban abiertamente en lo que los alemanes denominaron “cartel”, que consiste en la agrupación de empresas diferentes para eliminar del mercado a su competencia. Aquel bien montado “cartel” por un exceso de confianza, y la connivencia de ciertos próceres públicos, incluido el entonces alcalde, dio pie al conocido nacionalmente y lamentable para Burgos y por supuesto para sus implicados, “Caso de la Construcción”.

Aquel lamentable caso y el periodo que cerraba son en buena medida el origen de no pocos problemas de esta ciudad. Porque la descarada especulación que se había puesto en marcha, con un marchamo de negocio fácil y de inversión segura, pontificado desde el propio gobierno de la Nación por un ministro sin demasiada preparación diplomática (pues evidentemente hubiera hablado de desarrollo de alguna manera más aleccionadora), había conseguido tejer una economía sin mercado exterior,  fundamentalmente en manos de grupos económicos exteriores, y particularmente bancos […]."

El Correo de Burgos

Impresiones de la sesión

Antes de la Sesión nos tocó desalojar la sala “okupada”. Cuando llegamos, pasadas las 7, estaba llena de apuntes, mochilas portátiles, bolsos,… pero no había nadie. Se ve que estaban en el recreo. Total, se despejó el espacio y nos pusimos a trabajar.

Yo no me lo podía creer. Pero Luiso fue fiel a su propuesta de “iniciar una nueva era de presentaciones cortas, con unas breves pinceladas sobre el autor, comentar brevemente el artículo en cuestión y extraer del mismo aquellas cuestiones que pueden dar más juego al debate”. Y fue tan fiel que apenas dijo nada sobre él. Hubiéramos ganado mucho si no hubiese ampliado su vida como miembro en la redacción de “El Correo de Burgos”, diario al que pertenecía el artículo.

Sí hay que reconocerle el gran mérito de sintetizarnos el artículo y resaltar esos tres puntos:

  •   La dinámica de la propiedad del suelo al servicio de la especulación de la construcción
  •   La construcción como gran eje económico de la ciudad
  •   Y  la herencia recibida de dicho proceso especulativo con secuelas derivadas tan importantes como el nuevo Hospital de Burgos.



Todo ello nos sirvió para situarnos en un debate de lo más animado en torno al urbanismo burgalés, en el que contamos con la inestable información del mismo Luiso, Ángel, María, José, Alejandro, Margarita… y el continuo asesoramiento técnico de Iñaki.

Así, a lo largo del debate, salieron temas tales como la enajenación de los cuarteles de la calle Vitoria, la construcción de barriadas de “casas baratas” (Yagüe, Illera, Pisones, Inmaculada), la explosión de Gamonal con el Polo de desarrollo y el crecimiento industrial y cómo no, el Caso de la Construcción, con Peña San Martín y Méndez Pozo, estrellas estelares, y en los momentos actuales la gran burbuja especulativa, con affaires paradigmáticos como la liberación especulativa de terrenos por el desvió ferroviario y la construcción del nuevo hospital.

La cuestión tiene tela y seguramente tendremos una segunda parte. Hoy no se oyó el altavoz. Debe estar cascada la megafonía. Pero eran las nueve y seguíamos discutiendo por el camino de camino a casa.

A R T I C U L A R I A

Luiso Orte

Libros, guiones de cine, reportajes periodísticos, docencia, pintura, escultura, fotografía, dibujo, diseños, proyectos urbanísticos, asesorías, críticas... Luiso Orte no presume de bagaje cuando dice que se quedó en el Renacimiento y que nada humano le es ajeno. A este completo artista los días se le quedan cortos para llevar a cabo todo lo que su mente está dispuesta a crear. De carácter nervioso, su naturaleza le impide estar quieto. Por eso, ademas de embarcarse en un millón de historias, pinta mucho, aunque apenas exponga. (Diario de Burgos)

«Artista polivalente, escultor de papel, arquitecto de imágenes y quimeras, autor de una quincena de libros, exiliado del teatro, y converso de la vida natural y directa. Es un creador inmerso en su propia obra y alejado de circuitos de los que duda de su interés si este está a la altura de su efectividad, por ser sobradamente conocida. Persiste en el taoísmo y en la vacuidad de una sociedad con muy poco futuro.
Para Luiso, hablar de arte es hablar de la aplicación del conocimiento sobre algo, o de sus preceptos y reglas. El arte no puede ser definido ni defendido si le sacamos del contexto sociológico del lugar en que se produce, pero el momento actual del arte está en una encrucijada que define sin significar la propia cultura actual, de forma que se ha convertido en un producto de consumo y por encima de todo en una consecuencia de la misma sociedad. Esta y la mala gestión de la cultura en general, ha llevado al autor a un retiro tan poco razonable como las razones que le han llevado a ello, pero gracias a lo cual el rendimiento y la coherencia de sus resultados ha sido el motor de una abundante obra que saltando entre temas y técnicas, ha convertido su trayectoria en un ejercicio de libertad creativa de la que en escasas ocasiones ha descendido al infierno de los mercados y de los “connoiseurs” desconocedores.» (Biblioteca Municipal de Burgos)

Animamos a participar a todo el que quiera dejar sus comentarios sobre este artículo

A r t i c u l a r i a


8 comentarios:

José ángel dijo...

La burbuja inmobiliaria fue la principal causante de la crisis que azoto a España desde el año 2007 hasta el 2013 (la más grave desde el crack del 29). de la que aun no nos hemos recuperado del todo, se ha igualado el PIB que teníamos en 2007,pero no así los salarios y el nivel de empleo.
Culpables de esta burbuja han sido muchos, desde luego unos más que otros.
Las administraciones públicas fomentando y recalificando terrenos pues era una fuente de ingresos para los presupuestos y la financiación de partidos (la mayoría de casos de corrupción están relacionados con el urbanismo y la construcción de infraestructuras.
Los constructores en el pago de comisiones,información privilegiada en la recalificación de terrenos,cobrar un porcentaje de los pisos en dinero negro.
Los bancos no cumplían la ley de no otorgar créditos por encima del 80% del precio de la vivienda,les daban hasta por el 120% (gastos de notario y amueblar el piso),concedían créditos a gente que sabían que era insolvente.
Muchos compradores sin tener trabajo estable,ni apenas dinero ahorrado se embarcaban en hipotecas de muchos años y a interés variable, pasaban por el aro de pagar un porcentaje del piso en dinero negro sin denunciar.
Cuidado, dice el refrán que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra.

luismi dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
luismi dijo...

El "Caso de la Construcción" marcó una época en Burgos. Que años aquellos en los que incluso las estables e inamovibles parcelas cambiaban de lugar. Se cerraban ciclos ecnómicos con constructoras, cementeras, fábricas de muebles, etc.
Todos eran poderosos señores de la ciudad, pero acabaron siendo llevados ante los jueces y algunos tuvieron que pagar con penas de cárcel e inhabilitación. Y es curioso, mira si han pasado años, pero esta cuestión de la corrupción más que ir a menos ha ido en aumento como si fuese un proceso que no tiene fin.
Nadie devuelve nada, los años de cárcel tampoco son tan excesivos que sirvan para algo y mientras los ciudadanos seguimos contribuyendo tal y como se nos manda...

Anónimo dijo...

La construcción está ligada al desarrollo urbano, pero éste debe estar ligado a un proyecto de modelo colectivo, que no se corresponde únicamente con la promoción inmobiliaria. Cuando esto no está claro, vemos como predomina la compraventa de inmuebles al margen de postulados de desarrollo urbano sostenible. Para justificar esta posición se elaboran PGOU, planes parciales, planes estratégicos, etc., sin objetivos claros y socialmente controlados; parece que todo se resume en colocar unas "pastillas" en un tablero que refleja el territorio que comprende la ciudad y su alfoz. Claro es que el tiempo para su puesta en práctica es largo, con lo que las iniciativas y los intereses juegan con la ventaja de conocer los entresijos de la gestión de dichos planes, que serán acomodados para conseguir un máximo de beneficio.
Frente a ello, bueno sería legislar sobre el suelo, su gestión y el control de la misma a través de las juntas de gobierno locales, que deben abrirse a la totalidad de los grupos políticos presentes en los ayuntamientos; éstos, a su vez, junto a los portavoces de los ayuntamientos, deberían informar y pedir aportaciones a los ciudadanos.
La finalidad de lo que aquí apunto es que la ciudad se desarrolle siguiendo estrategias y proyectos integrales, haciendo realidad la sostenibilidad constructiva, industrial y de servicios; respetuosa con el medio ambiente, la movilidad y la accesibilidad; buscando la integración de las actividades económicas y sus necesidades, coordinadas con los necesarios equipamientos; integrando los barrios en el ambiente urbano, haciendo de éstos lugares sostenibles gracias a la rehabilitación de sus diversos inmuebles y a la modernización de sus servicios, etc.
Para terminar, recomiendo la lectura del trabajo de Dr. D. Gonzalo Andrés López: "El urbanismo en Burgos. Espacios de la ciudad contemporánea." (www.researchgate.net). También recomiendo por su interés social la columna "Otro gallo cantaría", que D. Ignacio Fernández ha escrito en el Diario de Burgos del día 23 de noviembre de 2017(página 4) bajo el título "Jóvenes vendidos".
Alejandro.

aldoreon dijo...

Por intervenir, aquí donde Alejandro deja centrado, quisiera decir que la ciudad es el resultado de todos nosotros, y además de todos en nuestras diversas fases. La complejidad de que todas las actividades del hombre tecnológico se deben desarrollar en un ámbito espacial, que si bien crece, (las más de las veces de forma alocada o desaforada), en lo que suponen los actos sociales de relación se viene a efectuar en los centros históricos, es decir, un territorio muy acotado. La palabra urbanismo viene de urbanidad, que refiere a un comportamiento ético social adecuado a una vida en colectividad. Parece que siempre acabamos en la importancia de la educación, pero se van viendo como infructuosos todos esos esfuerzos del planificador, las más de las veces por planificar desde la ilusión de las cosas y no desde realidades.
Tengo para mi que una ciudad mejor, mejora a sus ciudadanos, y a buen seguro ocurre lo recíproco.
Mientras tanto, nos queda poner paños calientes (intervenciones de rehabilitación y regeneración urbanas) allí donde la degradación es abrumadora (barrios perdidos para la causa). Maquillar los cascos históricos y crecer con nuevas urbanizaciones al uso o a la moda (que devendrán antiguas en poco tiempo).
Sobre la sostenibilidad, creo que hay poco margen para la maniobra, porque siempre (y esto de forma particular en esta nuestra tierra) hay gente poniendo palos a las ruedas, a parte de que no es algo que se puede conseguir de la noche a la mañana.
Siento este discurso lapidario y negro del futuro.
Pero para cambiar nuestras ciudades hace falta remar en una misma dirección, sino todos, al menos casi todos, en definitiva mucha educación y consenso.

aldoreon dijo...

Vale.. también hace falta conocimiento... que sé lo estebáis echando en falta.
No se os pasa una eh!!...

César dijo...

La causa fundamental de la especulación con la vivienda, la podemos desgranar en aspectos como la búsqueda del máximo beneficio por parte de la banca, las empresas de construcción, las inmobiliarias  y promotoras; la corrupción política legal e ilegal; y el modelo de financiación de las administraciones territoriales, sobre todo ayuntamientos y CC AA. Contra la especulación hay que promover una vivienda digna en propiedad a la medida de las necesidades de toda persona y familia. Ningún bien de primera necesidad como la vivienda debe ser objeto con el que especular o someter a usura. Habría que promover una legislación que, en materia financiera, impida, prohíba y sancione las prácticas usurarias del sistema bancario; perseguir sistemáticamente la corrupción urbanística, y promover la prohibición legal de especulación con la vivienda.

luismi dijo...

"Con la iglesia hemos topado hermano Sancho".
Pero lo que deseas, estimado César, es un sueño tan irreal, como el que en este país, que nos vanagloriamos de constitucionalistas y en el que la susodicha constitución, en su artículo 47 creo que es, reconoce que todo español tiene derecho a una vivienda digna, los barrios marginales, el chabolismo y las dormidas en la calle, imperan tanto, como las setas en un otoño lluvioso, no precisamente como el de este año.
O aquel otro cuento que nos señala lo difícil que es reformar la norma señalada y sin embargo lo rápido que se modificó su artículo 135 para sacralizar el "no déficit público".