viernes, 17 de febrero de 2017

“La contrarrevolución de Donald Trump”, de Lluís Bassets

Artículo presentado por Manuel Cano, miembro de Articularia
“[...]Trump no cambiará porque tenga un programa oculto más moderado. No lo tiene. Por no tener no se le conocen ni ideas ni asesores que las tengan, más allá de las cuatro ideas esquemáticas y eficaces, casi todas ellas radicales e inquietantes, con las que ha armado la retórica de su campaña: expulsar inmigrantes, construir vallas en las fronteras, poner fronteras a la industria y el comercio estadounidense, cuestionar las alianzas y compromisos internacionales, procurar más por los intereses propios y menos por los de los aliados y regresar a un pasado idealizado en el que los Estados Unidos eran grandes y ricos [...]”
Impresiones desde Articularia


Pese a ser 14 de Febrero, San Valentín el día de los enamorados, nuestro encuentro no era con ningún sujeto de deseo amoroso. Habíamos quedado con Donald Trump y su contrarrevolución, tal  y como nos proponía Lluís Bassets en el País. Por tanto, con este tipo de escarceo “poca broma” y mucho menos viendo en él ninguna flecha de Cupido.
Saludamos y dimos la bienvenida al Club a Amelia, una nueva compañera proveniente del campo de la docencia. El coordinador anunció que la presentación de la próxima sesión, la del último día de febrero, correrá a cargo de María y versará sobre la primera mujer -Mercedes Gaibrois- académica de la Historia, según relato de la también considerada como la primera mujer periodista en España, Josefina Carabias. Con todo ello, anticipamos nuestro homenaje al Día Internacional de la Mujer.
Entrados en harina, Manuel nos enmarcó el debate aportando la parte más periodística de la biografía del autor, reseñando sobre todo su fuerte vinculación con el periódico El País. Sobre la temática que resalta el artículo, nos llevó a considerar cómo, con la presidencia de Donald Trump, se abre una importante etapa de mucha inseguridad, incertidumbre y una fuerte desregulación liberalista. También, el presentador nos destacó las formas autoritarias y ejecutivas -uso y abuso de decretos- con las que, el mencionado presidente, había iniciado su mandato.
El debate, de los más animados que desde esta redacción se recuerdan, fue vibrante. Algunos de los tertulianos criticaban el artículo de Bassets y defendían la coherencia de Trump, ya que todo lo que estaba haciendo se correspondía plenamente con lo que él había prometido a lo largo de su campaña electoral. Por tanto, todas sus decisiones le hacían ser fiel a sí mismo y a sus votantes y no estaba engañando a nadie. Para otros, la política de Trump, tal y como recogía el artículo acertádamente, obedecía a una contrarrevolución conservadora y ultraliberal, consistente en la total desregulación de todo tipo de mercados para el beneplácito y gran menudeo de las grandes multinacionales de todo tipo.
Sobre estas ideas estuvimos debatiendo y tratando de limar asperezas, llegando a considerar una cuestión en la que sí estábamos de acuerdo todos, la capacidad de respuesta que tiene la democracia americana en el uso del juego de poderes para, al menos, tener la seguridad de que el presidente de los Estados Unidos no puede hacer lo que le dé la gana.
Y en esas lides estábamos liados cuando Lidia desde el altavoz nos dijo “… estimados usuarios son las nueve menos diez, la biblioteca cierra sus puertas a las nueve, por favor vayan recogiendo...” y, aún sin acabar el debate nos fuimos,… algunos a ver cómo le metían cuatro goles al Barça.

Lluís Bassets i Sánchez (Barcelona, 1950-)
Inició su carrera profesional en diversos diarios catalanes, entre los que destacan Tele / eXpres y el Diario de Barcelona. Los últimos años del franquismo y primeros de la transición perteneció al Grupo Democrático de Periodistas, fue fundador y uno de los editores del boletín clandestino de la Agencia Popular Informativa y colaboró ​​con nuevas iniciativas como el semanario gerundense Presencia. 
Fue profesor de la Facultad de Ciencias de la Información (ahora Comunicación) de la Universidad Autónoma de Barcelona en su época fundacional. En 1980 fundó y dirigió el semanario El Mundo. Perteneció al núcleo fundador de la edición del diario El País en Cataluña, que comenzó en 1982. En El País ha ejercido como jefe de Cultura, del suplemento Libros, de la sección de Opinión y también como director de la edición catalana del diario.  Como responsable de Cultura, fundó y organizó en 1982 el suplemento cultural en catalán Cuaderno y como responsable de la redacción de Barcelona en 2014 la edición digital en catalán elpais.cat. 
Actualmente publica sus columnas en la sección internacional del rotativo y en las llanuras de Opinión de la edición de Cataluña. Ha publicado varios libros de análisis político y es miembro del consejo científico del Real Instituto Elcano y del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. Participa en algunas tertulias de radio y televisión en programas como 8 al día de 8tv.
Invitamos a participar a todo el que quiera dejar sus comentarios sobre este artículo.

A r t i c u l a r i a

5 comentarios:

luismi dijo...

Hay que reconocer que Trump nos dio muchísimo juego y también que su hija queda mucho más decorativa en el trono que él, pero... yo creo que a la larga se evidenciarán sus limitadas capacidades para ser presidente el de los Estados Unidos.

César dijo...

La razón por la que Donald Trump puede llevar a cabo sus ideas es porque la mayoría de los ciudadanos norteamericanos le ha dado el poder, eligiéndole Presidente. No podemos evitar que en la sociedad haya personas dañinas a nuestros intereses, lo que sí podemos evitar es elegirlas para que nos representen. Y aquí es donde entra nuestra responsabilidad como votantes.

Creo sinceramente que no damos a la política la importancia que se merece ni le dedicamos el tiempo suficiente, no nos informamos adecuadamente y no contrastamos los diferentes puntos de vista; esto supone tiempo e implicación y preferimos dedicarlo a otras cosas. En este sentido sería interesante plantearnos el sistema de votación que nos hemos dado, porque como plantea el filósofo político Jason Brennan en su último libro se da el mismo peso al voto de una persona completamente desinformada que al de una informada. Haciendo de esta manera demasiado vulnerable el sistema a la manipulación por parte de los profesionales en el arte del engaño.

aldoreon dijo...

Introduciendo algo, si que quiere anecdótico, me atrevo a hacer referencia a una imagen que me impactó el día del discurso de la victoria de Trump. Es la imagen que se ha repetido en torno a su séquito familiar y en concreto a ese mozalbete rubio platino (su hijo).
Hay algo que chirría, ese comportamiento, acomplejado, o cuanto menos mediatizado.
Es necesario someterle a esa presión?. A veces, pienso si ese muchacho no será sino el reflejo de millones de personas que nos vemos del mismo modo ante la figura del todopoderoso personaje?.

Anónimo dijo...

El debate estuvo a la altura del impacto causado por el resultado de las elecciones en EEUU. La personalidad del nuevo Presidente ha llenado de incertidumbre el futuro próximo: ¿cómo va a desarrollar las promesas realizadas en la campaña electoral, cómo va a plasmar el nacionalismo, el proteccionismo, el revisionismo de las políticas, la nueva regulación en el ámbito económico, la política migratoria, etc.? Parece que D. Trump ha anunciado cambios importantes, y que estos pueden revertir en gran medida la situación global del mundo, lo que puede provocar la aparición de ventanas de oportunidad para otros actores políticos. Pero la pregunta que planeó a lo largo del debate creo que fue: ¿será EEUU con D. Trump en la presidencia capaz de ayudar a crear un orden internacional asentado en el progreso de los pueblos y en la democracia?

aldoreon dijo...

No lo creo amigo anónimo, por que el concepto de democracia del Sr. Trump no se asemeja al de gran parte de la población.
Lo que si que parece es que el devenir de la Humanidad, no puede abstraerse a los propios movimientos del planeta, es decir, rotación y traslación.
Rotar como rotan las ideas, en su sube y baja, lo que ahora está en alza, mañana estará a la baja. Y traslación, creyendo que avanzamos para transcurrido un periodo de tiempo nos encontremos en el mismo sitio. Eso si, con la variable tiempo modificada.