“Desde que la cultura anglosajona manda, el único idioma
respetable es el inglés, incluso en España, donde la mitad de la población no
lo habla”
“Se escandaliza mi paisano y colega José María Merino, como
académico de la Lengua Española que es, de que la canción que nos representará
este año en el Festival de Eurovisión esté escrita en inglés. ‘Por mí, no llevaría
una sola palabra en español’, le replicó su intérprete, una tal Barei” […]
“[…] lo cual nos
lleva a pensar que lo que más les gustó de la canción [a las personas que la
votaron] es que, al estar en inglés, no entendieron la letra, lo cual se valora
mucho en este país”
www.elpaís.com
Impresiones de la sesión
Tenemos una lengua con la suficiente riqueza lingüística e importancia por número de habitantes (2ª o 3ª más hablada en el mundo), para no tener que llevar a un festival de música una canción en otro idioma, aunque este sea el inglés.
Me sorprende que salga elegida por votación popular una canción en inglés cuando más de la mitad de la población española no entiende ese idioma.
Debemos defender nuestro idioma ya que es un bien cultural propio, otra cosa es que deberíamos hacer un esfuerzo para aprender inglés de cara a desenvolvernos mejor por el mundo.
José Ángel
Van retornando los ‘articuleros’ y esta es muy buena cosa porque la tertulia se ambienta e incluso se calienta.
El martes pasado, José Ángel nos abrió la puerta del debate con la presentación que hizo del artículo de Julio Llamazares “Dadaísmo”, que venía a comentar el ilógico complejo de inferioridad que parecen mantener algunos españoles en la comparación del peso internacional de nuestra lengua con la inglesa.
Para ello, en el artículo, el autor critica el uso que hizo del inglés la representante española en la última gala de Eurovisión en su interpretación, en vez de usar la lengua del país al que representaba.
Hubo, como siempre, opiniones para todos los gustos y se configuró la idea de la importancia que tienen las naciones dominantes (imperios) para imponer su lengua. Pasó con el latín, con el español, con el francés, con el inglés, reforzado con el americano…
Y continuando con Estados Unidos nos pusimos hablar de las elecciones y fue el principal debate de la tarde.
Luismi
Julio Alonso Llamazares (Vegamián,
León, 1955-)
Es un escritor y periodista español que, aunque nació accidentalmente en Vegamián, su familia procede del pueblo leonés de Mata de la Bérbula (también llamada La Matica), ubicado en la cuenca del río Curueño y cuya descripción está recogida en su libro de viajes El río del olvido.
Licenciado en Derecho, abandonó el ejercicio de la profesión para dedicarse al periodismo escrito, radiofónico y televisivo en Madrid, donde reside actualmente. En 1983 comenzó a escribir Luna de lobos, su primera novela (1985), y en 1988 publicó La lluvia amarilla. Ambas fueron finalistas al Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Narrativa. Otra obra suya es Escenas de cine mudo, de 1994.
En 2016 quedó finalista del Premio de la Crítica de Castilla y León con su novela Distintas formas de mirar el agua.
Animamos a participar a todo el que quiera dejar sus comentarios sobre este artículo
Licenciado en Derecho, abandonó el ejercicio de la profesión para dedicarse al periodismo escrito, radiofónico y televisivo en Madrid, donde reside actualmente. En 1983 comenzó a escribir Luna de lobos, su primera novela (1985), y en 1988 publicó La lluvia amarilla. Ambas fueron finalistas al Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Narrativa. Otra obra suya es Escenas de cine mudo, de 1994.
En 2016 quedó finalista del Premio de la Crítica de Castilla y León con su novela Distintas formas de mirar el agua.
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A r t i c u l a r i a
3 comentarios:
Entiendo que debe haber una lengua vehicular, “lingua franca”, para que haya un entendimiento común entre personas que no tienen la misma lengua materna. En la época en la que vivimos es el inglés, como lo fueron otras lenguas en el pasado.
El problema de nuestro país es que utilizamos demasiados términos en inglés que no hacen falta porque existe el equivalente en español; en la mayoría de los casos es simplemente por aparentar. En el caso de las canciones presentadas en Eurovisión, tema central del artículo, yo soy partidario de que se canten exclusivamente en el idioma del país que se presenta al concurso.
El ejemplo que usa Llamazares, como explicación al complejo de inferioridad que tenemos los castellano parlantes españoles, yo creo que está muy bien empleado, ya que seguramente, desde los ambientes musicales, el uso del inglés abre muchísimas puertas, tanto para que escuchen la música, como abrir mercado meramente económicos.
Para un estudio profundo del tema deberíamos considerar el peso que tienen las naciones dominantes -imperios- en la pujanza de unas u otras lenguas a lo largo de la historia.
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