martes, 1 de marzo de 2016

“Amor líquido” de Zygmunt Bauman

Amor líquido es un concepto creado por el sociólogo polaco Zygmunt Bauman, desarrollado en esta obra para describir el tipo de relaciones interpersonales que tienen lugar en la posmodernidad. Éstas, según el autor, están caracterizadas por la falta de solidez, calidez y por una tendencia a ser cada vez más fugaces, superficiales, etéreas y con menor compromiso. Aunque el concepto suela usarse para las relaciones basadas en el amor romántico, Bauman también desarrolla el concepto para hablar en general de la liquidez del amor al prójimo.

Para el autor el amor se convierte en una suerte de consumo mutuo en donde las relaciones y costumbres económicas invaden a las relaciones personales. Los vínculos personales, como los de una relación se convierten y se transforman en una especie de "hipoteca" en donde el consumo y la economía son los principales objetivos dentro de un matrimonio. Como principal ejemplo podemos tomar a una pareja que vive en el mismo lugar, pero no comparten las promesas ni declaraciones de un matrimonio. Ellas forman un convivió sin compromisos ni obligaciones por lo que la "hipoteca" es menor.

Zygmunt Bauman (Poznań, Polonia, 1925)

Sociólogo, filósofo y ensayista polaco de origen judío. Su obra, que comenzó en la década de 1950, se ocupa, entre otras cosas, de cuestiones como las clases sociales, el socialismo, el holocausto, la hermenéutica, la modernidad y la posmodernidad, el consumismo, la globalización y la nueva pobreza. Junto con el también sociólogo Alain Touraine, Bauman recibió el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2010.

Es profesor emérito de la Universidad de Leeds (Inglaterra) donde reside desde 1971.  En Polonia militó en el Partido Comunista y fue profesor de filosofía y sociología en la Universidad de Varsovia antes de verse obligado a exilarse en 1968 a causa de la política antisemita desarrollada por el gobierno comunista después de los sucesos de marzo de 1968.

Desarrolló el concepto de la «modernidad líquida», y acuñó el término correspondiente. La caracterización de la fase tardía de la modernidad como un “tiempo líquido” da cuenta del tránsito de una modernidad “sólida” –estable, repetitiva– a una “líquida” –flexible, voluble– en la que los modelos y estructuras sociales ya no perduran lo suficiente como para enraizarse y gobernar las costumbres de los ciudadanos y en el que, sin darnos cuenta, hemos ido sufriendo transformaciones y pérdidas como el de la duración del mundo y sus objetos. Vivimos bajo el imperio de la caducidad  y la seducción; de la acumulación no funcional y del individualismo exacerbado –fenómenos que han determinado una nueva configuración de las relaciones “humanas”, tornándolas precarias, transitorias y volátiles. Un momento en que se renuncia a la memoria como condición de un tiempo post-histórico. La modernidad líquida está dominada por una inestabilidad asociada a la desaparición de los referentes a los que anclar nuestras certezas.

 Algunas de sus obras son:

- Amor líquido: Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos (2005)
- Europa: una aventura inacabada (2006)
- Múltiples culturas, una sola humanidad (2008)
- Los retos de la educación en la modernidad líquida (2008)
- Daños colaterales. Desigualdades sociales en la era global (2011)
 - La cultura en el mundo de la modernidad líquida (2013)
- ¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos? (2014)
- Ceguera moral. La pérdida de sensibilidad en la modernidad líquida (2015)

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