martes, 18 de noviembre de 2014

"Extraños en un tren" de Patricia Highsmith

La intriga de esta novela está basada en la idea de un crimen sin móviles, un crimen perfecto: dos desconocidos acuerdan asesinar cada uno al enemigo del otro, proporcionándose así una coartada indestructible. Bruno: alcohólico, con problemas edípicos, homosexual latente viaja en el mismo tren que Guy: ambicioso, trabajador , adaptado. Empieza a conversar y Bruno, demoníacamente, fuerza al otro a hablar, a descubrir su punto débil, la única grieta en su ordenada existencia. Guy quisiera verse libre de su mujer, que le traicionó y que puede ahora obstaculizar su prometedor futuro.
Bruno le propone un pacto: él matará a la mujer y Guy, a su vez, al padre de Bruno, a quien éste odia. Guy rechaza tan absurdo plan y lo olvida, pero no así Bruno, quien, una vez cumplida su parte, reclama al horrorizado Guy que cumpla con la suya.


Patricia Highsmith  (Estados Unidos, 1921-1995)

Publicó su primer cuento a los 24 años en la revista Harper´s Bazaar y cinco años más tarde saltó a la fama de la mano de Alfred Hitchcock, quien adaptó su primera novela “Extraños en un tren” (1951). Tanto el libro como el film son considerados clásicos del suspense. Pero fue la creación del personaje Tom Ripley, ex convicto y asesino bisexual, la que más satisfacciones le dio en su carrera. Su primera aparición fue en 1955 en “El talento de Mr. Ripley”, y en 1960 se rodó la primera película basada en esta novela, con el título “A pleno sol”.
Patricia Highsmith fue una exploradora del sentimiento de culpabilidad y de los efectos psicológicos del crimen sobre los personajes asesinos de sus obras. Siempre se interesó por las minorías en sus obras y, de hecho, su última novela “Small G: un idilio de verano” (1995), mostraba un bar en Zurich, en la que sus personajes se enamoran de la gente incorrecta.
Era una trabajadora infatigable, que no publicaba nada hasta que no lo había revisado numerosas veces. Sintió el rechazo por sus historias pesimistas y despiadadas, su conducta personal y por sus ideas políticas contrarias al ideal del “sueño americano”.
En 1963 se trasladó a Europa donde residió hasta su muerte. Se dedicó íntegramente a la literatura los 74 años que le tocó vivir. Su extensa obra así lo atestigua: más de 30 libros entre novelas, colecciones de cuentos, ensayos y otros textos.
Para los amantes de la novela negra Highsmith es tan importante como Raymond Chandler, Dashiell Hammett o James Ellroy. Sus libros narran las historias de hombres y mujeres en situaciones comunes que se tornan peligrosas.
Otras novelas:
“Ese dulce mal” (1960),-“La máscara de Ripley” (1970)- “Los cadáveres exquisitos” (1973) “El juego de Ripley” (1974)- “A merced del viento” (1985)- “Once” (1988).

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