En la mitología persa, sangue sabur, «la piedra
de la paciencia», es una piedra mágica a la que uno le cuenta sus desgracias,
sus sufrimientos, sus miserias, para confiarle todo lo que no nos atrevemos a
revelar a los demás… La piedra escucha, absorbe como una esponja todas las
palabras, todos los secretos, hasta que un buen día explota… Y ese día, uno
queda liberado.
En esta novela, localizada «en alguna parte de Afganistán, o en
cualquier otro lugar», la piedra de la paciencia es un hombre tendido en un
colchón en el suelo, en estado vegetativo a causa de una bala alojada en la
nuca. A su lado, su mujer reza por él, le atiende y le habla, mientras en las
calles pasan los carros de combate y se suceden los disparos. No sabe si puede
oírla, pero la mujer le reprocha haber consagrado su vida a la Guerra Santa, y
le desvela, llena de rabia y desesperación, lo que nunca se atrevió a decirle:
sus deseos, miedos y frustraciones, y sus secretos más ocultos.
Atiq Rahimi (Kabul, 1962- )
Escritor y cineasta afgano. Se educó en el liceo francófono
Isteqlal y en la Universidad de Kabul, donde se licenció en Literatura, pero
tras la invasión soviética se vio obligado a huir de Afganistán, refugiándose
primero en Paquistán y luego en Francia, donde se doctoró en Comunicación
Audiovisual en la Sorbona.Tras licenciarse, se centró en la producción
cinematográfica, produciendo siete documentales y varios anuncios para la
televisión francesa.
En los años noventa comenzó a escribir en serio, publicando
su primera novela, Tierra y cenizas, en el año 2000, que se
convirtió en un éxito de ventas tanto en Europa como en Sudamérica. Él mismo
adaptó la obra al cine, obteniendo múltiples premios internacionales.
En el 2008 obtuvo el prestigioso premio Goncourt por su obra La
piedra de la paciencia, su cuarta novela y la primera que escribió en
francés.
Rahimi volvió a Afganistán y comenzó a colaborar con el
grupo mediático Moby, desarrollando programas y series y apoyando a nuevos
directores y guionistas. Su última novela Maldito sea Dostoievski se
inspira en Crimen y castigo.
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