martes, 3 de febrero de 2015

"Todo fluye" de Vasili Grossman

El autor dedicó sus últimos años a una novela, "Todo fluye", en la que la concisión, por un lado, y la descripción de la vida cotidiana al morir Stalin, por otro, le permite concentrarse en la disección de la naturaleza del régimen soviético, analizando sus consecuencias en todos los aspectos de la existencia.

Iván Grigórievich regresa al mundo de los vivos tras largos años de confinamiento en la Rusia Oriental, en los campos para disidentes, decadentes, socialdemócratas, judíos o médicos, que se fueron llenando a golpe de paranoia de un Stalin que ha fallecido recientemente permitiendo que el país se recupere levemente del miedo que le mantenía encogido. Y sin embargo, este momento de plenitud, de recuperar la posesión de su destino, no parece alegrar a Iván Grigírievich. Enfrentarse a un mundo que ha cambiado, que ha mantenido su pulso mientras el suyo se debatía a menudo entre la vida y la muerte, entre el hielo y las alambradas, la enfermedad y el hambre, parece una tarea excesiva para un débil Iván; la seguridad, la rutina del campo parece más real que todo aquello que sus ojos ven ahora.

Vasilii Semionovich Grossman (Berdichev, 1905 - Moscú 1964)

Periodista y escritor soviético. Apoyó a la Revolución Rusa de 1917. Estudió en la Universidad Estatal de Moscú, en donde empezó a escribir historias cortas, algo que continuaría haciendo cuando, regresando a su Ucrania natal, empezó a trabajar de ingeniero en la región de Donbas. Tras dejar este trabajo se dedicó por completo a la escritura, siendo aceptado finalmente en 1937 en la Unión de Escritores.

Durante la invasión nazi actuó como corresponsal de guerra, describiendo en sus artículos la limpieza étnica en Ucrania y Polonia y la liberación de los campos de concentración de Treblinka y Majdanek. Participó en el proyecto de "El libro negro", organizado por el Comité Anti-Fascista para documentar el Holocausto, proyecto que finalmente se canceló.
Su novela más importante es "Vida y destino2, en la que se relatan las atrocidades nazis y estalinistas durante la II Guerra Mundial. El libro fue prohibido y secuestrado por la KGB, pero en los años 80, se recuperó una copia del manuscrito y se pudo publicar. 

El fin de la Unión Soviética junto al caos subsiguiente permitió recuperar los textos que la censura política había sepultado en los archivos de la Lubianka (cuartel general de la KGB). Todo ello favoreció la progresiva recuperación y edición de la obra de Grossman. Tras el empeño épico y monumental de Vida y destino, el autor dedicó sus últimos años a una novela, "Todo fluye".

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