martes, 27 de enero de 2015

"El palacio azul de los ingenieros belgas" de Fulgencio Argüelles


La historia nos la va contando un niño, Nalo, al que el autor hace evolucionar poco a poco ante nuestros ojos, y en palabras del propio autor, “es un aprendiz de jardinero empeñado en buscar y alcanzar la sabiduría”. Nalo inicia el relato siendo todavía niño y  nos llevará de su mano por la historia, mostrándonos la convivencia entre dos mundos: ricos y pobres, en una visión personal carente de rencor. La novela refleja la búsqueda constante del conocimiento y la perfección.

Y a través de la vida de los personajes nos introduce en importantes momentos históricos que anuncian grandes cambios. Nalo entenderá el amor como la manifestación más humana del conocimiento compartido.



Fulgencio Argüelles (Aller, Asturias 1955-)

Estudió psicología en las universidades de Comillas y Complutense de Madrid, especializándose en psicología del trabajo y de las organizaciones. Después de una larga estancia en Madrid, en 1997 regresó a Asturias para residir en Cenera (Mieres), el lugar donde había pasado su infancia y su juventud.

Antes de la publicación de su primera novela recibió varios premios por sus relatos cortos, tanto en castellano (Aller, Guardo o Internacional de Meres) como en asturiano (Carreño, Lena o Bilordios de Pinón). Ha publicado las novelas Letanías de lluvia, Premio Azorín de 1992; Los clamores de la tierra; Recuerdos de algún vivir, Premio Principado de Asturias 2000 concedido por la Fundación Dolores Medio y El Palacio azul de los ingenieros belgas, Premio Café Gijón 2003. También ha publicado los libros de relatos Del color de la nada y Seronda, éste último en asturiano y en colaboración con el pintor asturiano J. Enrique Maojo.





Dos de los miembros de nuestros clubes de lectura, Garbiñe y Luis Carlos, han elaborado una reseña literaria de “El palacio azul de los ingenieros belgas” donde nos aportan cada uno su visión personal de diversos aspectos de la obra.


Para abrir el documento de Garbiñe pica en este enlace.
Para abrir el documento de Luis Carlos pica en este otro enlace.

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