.Organizada sobre tres ejes temáticos —el problema de la fe, la verdad y el destino del hombre tras la muerte—, San Manuel Bueno, mártir es la culminación del arte narrativo de Unamuno. Su diversidad de perspectivas, la buscada confusión entre sueño y vigilia, entre realidad y ficción, anuncian algunos de los rasgos configuradores de la novela moderna.
San Manuel es considerado
por sus vecinos como todo un ejemplo de devoción y servicio a la Iglesia. Sin
embargo, tras la fachada de santidad que presenta ante la comunidad, el
sacerdote lucha en secreto contra la pérdida de su fe. Así, San Manuel finge
creer en Dios para salvar a sus feligreses de la desolación que él mismo
padece.
Miguel de Unamuno (Bilbao, 1864-Salamanca, 1936)
Licenciado en Filosofía y
Letras, comenzó a trabajar como profesor en 1883 mientras colaboraba en
diversas revistas. Tras una temporada en Europa, Unamuno volvió a
España, donde fue nombrado rector en la Universidad de Salamanca.
De tendencias políticas
socialistas y republicanas, sufrió repetidamente el boicot de grupos
conservadores. Bajo la dictadura de Primo de Rivera fue desterrado a
Fuerteventura para, posteriormente, exiliarse en París hasta la caída del
régimen militar.
Tras la proclamación de la
III República, en la que juega un papel importante, decide alejarse del mundo
político, visiblemente decepcionado tras cumplir una primera legislatura como
diputado independiente.
Durante la Guerra Civil
española toma partido por el bando golpista, pero tras su primera defensa del
alzamiento llegó una tremenda decepción y arrepentimiento al comprobar la purga
política y los fusilamientos, algunos de gente cercana a Unamuno, que
ejecutó el bando franquista.
Tras una conocida discusión
pública con Millán Astray, en la que le espetó su famoso "Venceréis, pero
no convenceréis", Unamuno acabó sus días recluido en su propia casa,
sumido en una gran depresión y soledad.
En su obra se aprecia
claramente el espíritu de la Generación del 98 y su "Me duele
España", el lamento más utilizado por los intelectuales de fin de siglo
para hablar de la torpe evolución de una España a caballo entre viejas glorias
y nuevas miserias.
El eje de su obra, sobre
todo en el tramo final, es la disyuntiva entre su racionalismo por un lado y su
necesidad de creer en un Dios superior, en una bondad suprema, quizá en un
último sentido a la existencia. De sus ensayos cabe destacar Del
sentimiento trágico de la vida (1913), y en narrativa Niebla (1914)
y San Manuel Bueno, mártir (1933) puede que sean sus mejores y
más conocidos trabajos.
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