Todos los seres, humanos, animales y vegetales, son integrados en la fraga. Y al fondo, la conmovedora historia de los amores de Geraldo y Hermelinda.
Un libro poético, aunque sin soslayar el realismo de la vida campesina. Como dijo Gregorio Marañón: “Esta novela es, precisamente, la novela «del vivir» porque Wenceslao llega al alma de las cosas inclinado sobre el mundo de la fraga —analizando el misterio de la vida— utilizando el humorismo, que no es la burla, que enseguida se embota, ni el sarcasmo destructor, sino la perspicacia, implacable, envuelta en una sonrisa de comprensión».
Wenceslao Fernández Flórez (A Coruña, 1885 – Madrid, 1964)
Comenzó a colaborar en periódicos y revistas culturales gallegas desde muy joven. A los 17 años dirigió el "Diario Ferrolano" y, más tarde, "El Noroeste" de A Coruña.
En Madrid trabajó como cronista parlamentario del diario “ABC”, donde tuvo una sección fija llamada “Acotaciones de un oyente”. Se consagró como escritor con sus primeras novelas La tristeza de la paz y Volvoreta, centrada esta última en el mundo rural gallego.
Tras la Guerra Civil publicó
dos novelas que reflejaban sus experiencias durante la contienda. En 1943
escribió El bosque animado, en la que
recordaba su infancia en Galicia. En 1945 ingresó en la Real Academia Española
con un discurso titulado "El humor en la literatura española".
Con más de
cuarenta novelas escritas, varias de ellas fueron adaptadas al cine como El hombre que se quiso matar (1942), Huella de luz (1943) o Camarote de lujo (1959), aunque
quizá la más famosa de sus novelas, así como también de sus adaptaciones,
sea El bosque animado, llevada a
la gran pantalla en 1987 por José Luis Cuerda con guion
de Rafael Azcona.
Recibió numerosos premios, como el del Círculo de Bellas Artes por Volvoreta (1917), aunque por encima de todos está el Premio Nacional de Literatura concedido en 1926.
Falleció en Madrid, en 1964.
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