Los celos de Teresa
hacia Tomás, el terco amor de éste por ella –junto con su irrefrenable deseo de
otras mujeres–, el idealismo de Franz, amante de Sabina, y la necesidad de
Sabina de perseguir una libertad que sólo conduce a una insoportable levedad,
se convierten en una reflexión sobre los problemas filosóficos que afectan a
nuestra existencia.
Guiado
por la asombrosa capacidad de Milan Kundera de contar con cristalina claridad,
el lector penetra fascinado en la trama compleja de actos y pensamientos que el
autor va tejiendo con diabólica sabiduría en torno a sus personajes. Y el
lector no puede sino terminar siendo el mismo personaje, cuando no todos a la
vez.
Milan Kundera (Brno, República Checa, 1929- )
Estudió en el Carolinum
de Praga y se formó en Cine en el Instituto de Estudios Cinematográficos de la
capital checoslovaca. En ese centro, además de escribir y tocar jazz, música
que interpretó desde su adolescencia (su padre era el pianista y musicólogo
Ludvik Kunderaku), Kundera impartió clases de Historia del Cine.
En 1948 se afilió al
Partido Comunista, pero dos años más tarde fue expulsado. Más tarde, Kundera
regresó al partido, pero en 1970 se alejó definitivamente de su ideología al no
estar de acuerdo con sus posiciones totalitarias y colectivistas.
Sus primeros textos publicados fueron de carácter poético, en libros como El hombre es mi jardín (1953) o Monólogos (1957). Aunque Kundera se dio a conocer en el ámbito literario con La broma (1967), una sátira del comunismo estalinista que le valió el reconocimiento en su país. Sin embargo, con la reinstauración de un Gobierno fiel a la URSS se le vetó como escritor en Checoslovaquia, prohibiéndose sus libros. En ese momento, Kundera se vio obligado a exiliarse. Tras fijar su residencia a mediados de la década de los setenta en París, donde vive actualmente con su mujer, la compositora Vera Hrabankova, con la que se casó en 1967, Kundera siguió manteniendo una difícil relación con su país de origen, incluso tras la llegada de la democracia.
En 1978, la dictadura comunista le retiró la nacionalidad y el escritor obtuvo la francesa en 1982. En París, ejerció como profesor en la Escuela de Ciencias Sociales y enseñó Literatura en la Universidad de Rennes.
En 2019, Kundera aceptó la nacionalidad checa que le ofreció el actual primer ministro, Andrej Babis, como desagravio al trato que le dio el anterior régimen.
Y en 2020 ha sido galardonado con el prestigioso premio Franz Kafka, que
conceden la Sociedad Franz Kafka y la ciudad de Praga.
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