“[…] En
cuanto a la lectura, se da el caso de que a medida que aumenta el número de
personas alfabetizadas, aumenta también el número de las que no entienden lo
que leen. Llamamos a esto analfabetismo funcional, si me permiten el juego de
palabras, porque funciona muy bien: cada día estamos más torpes y dependemos
más en consecuencia de las lecturas de la realidad que nos hacen los otros”.
“[…] Cuando llego a este punto de mi charla en los
institutos o colegios, suele producirse una caída en el estado de ánimo del
auditorio”. […]”Les digo a los chicos y a las chicas que, de todas formas, en
fin, si no leen para comprender el mundo, ni para modificar la realidad, ni
para no ser manipulados, etc., lean al menos por dinero”.
Artículo presentado por José Mendoza
www.cultura.elpais.com
Impresiones de la sesión
Se
notaron las ausencias. Entre viajes, operaciones… nos quedamos en cuadro. Un
hurra por los incondicionales.
Le
tocó a José Mendoza el comentario de la interesante sesión dedicada a Juan José
Millás, que versó sobre el artículo titulado "Leer novelas fortalece el
aparato imaginario". El ponente, retomando lo señalado por el autor, sobre
la necesidad de centrarse de nuevo en los aspectos que ofrece la literatura y
la narrativa en el desarrollo formativo y como equilibrio frente al peso
educativo de las ciencias y las materias cuantificables, consideró que a las
ciencias no se les debe restar nada de la importancia que tienen, también en el
desarrollo imaginativo de las personas.
María
era de la misma consideración que el ponente, destacando la importancia de las
ciencias y de todo lo cuantificable.
Otros,
sin embargo, consideraron que las ciencias humanas -dentro de ellas la
narrativa- se encuentran, en la actualidad, bastante marginadas por lo
expansivas y liberadoras que resultan en el desarrollo de los individuos, así
como por ser un elemento potenciador de la imaginación.
Y en
llegando las nueve nos avisaron de que podíamos ir a tomar el vino.
Luismi
Para mí son tan importantes los
conocimientos cuantificables como los no cuantificables. Pero la sociedad
tiende a sobrevalorar los cuantificables y a minusvalorar los no
cuantificables.
Los cuantificables son importantes
para el futuro laboral de las personas y el desarrollo de la sociedad.
Los no cuantificables son positivos
para la mente de los individuos. Incentivan el conocimiento del mundo y de las
personas. Y ayudan a crear un pensamiento propio y crítico.
José Ángel
Juan José Millás (Valencia, 1946-)
Tras vivir en Valencia los primeros años de su vida,
se trasladó con su numerosa familia a Madrid (1952), ciudad donde ha vivido la
mayor parte de su vida. Fue un mal aunque curioso estudiante y cursó la mayoría
de sus estudios como nocturno mientras trabajaba en una caja de ahorros. En la
universidad empezó Filosofía y Letras, que abandonó al tercer año. Obtuvo un
trabajo como administrativo en Iberia y se consagró a la lectura y la
escritura.
En su numerosa obra, de introspección psicológica en
su mayoría, cualquier hecho cotidiano se puede convertir en un suceso
fantástico. Para ello creó un género literario personal, el articuento, en el
que una historia cotidiana se transforma por obra de la fantasía en un punto de
vista para mirar la realidad de forma crítica. Sus columnas de los viernes en
El País han alcanzado un gran número de seguidores por la sutileza y
originalidad de su punto de vista para tratar los temas de la actualidad, así
como por su gran compromiso social y la calidad de su estilo.
Sus obras han sido traducidas a veintitrés
idiomas, entre ellos, inglés, francés, alemán, portugués, italiano, sueco,
danés, noruego y holandés. En su novela de 2006, titulada Laura y Julio
encontramos plasmadas sus principales obsesiones: el problema de la identidad,
la simetría, la soledad próspera, los otros espacios habitables dentro de
nuestro espacio, el amor, la fidelidad y los celos. El 13 de octubre de 2008 le
fue concedido el Premio Nacional de Narrativa, por su novela El mundo
A r t i c u l a r i a
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