"El gusto del cloro" de Bastien Vivès

¡La superación en el deporte puede ser tan intensa! ¡Y puede estar relacionada con tantos estímulos! Una persona especial que confía en nosotros, un equipo que cuenta con nuestras capacidades, una meta personal impuesta por nosotros mismos, una enfermedad, una enfermedad como la esclerosis.

El gusto del cloro, de Bastien Vivès, nos habla precisamente de eso, de cómo un chico, del que no llegamos ni siquiera saber el nombre, decide nadar para retrasar los efectos de la esclerosis que sufre. En la piscina conoce una chica con un cuerpo perfecto, nadadora experimentada, con algunas medallas de su época infantil. Es ella quien le enseña los movimientos para mejorar su estilo y no hacerse daño. Nadar, a nuestro protagonista, le cuesta. Le cuesta mucho. Le da pereza. Su cuerpo, poco ágil, poco dado al deporte, responde poco a poco a las órdenes de su cerebro. Pero las pequeñas mejoras, y la nadadora, lo hacen seguir.

El atractivo de este álbum ilustrado, más allá de la historia que nos cuenta, son los dibujos, las tonalidades, el color del agua, del cloro, de la piscina que inunda una página tras otra, con un relato que engancha.

Bastien Vivès  (Paris 1984)

Bastien Vivès nace en París en 1984. Estudia dibujo en un liceo técnico y pasa tres años en la ESAG Penninghen de París, una escuela de diseño y artes gráficas. Con 22 años y estando todavía en Penninghen, publica dos álbumes de ilustraciones con Danger Public.

Unos años más tarde trabaja con la editorial Casterman KSTR y publica Le goût du chlore en 2008 (El gusto del cloro, Diábolo 2009), obra que llama la atención y recibe el premio “Essentiel Révélation” del festival de Angoulême.

En España lleva tres nominaciones consecutivas en el Salón del Cómic de Barcelona, en la categoría de mejor obra extranjera, por El gusto del cloro (2010), En mis ojos (2011) y Polina (2012). El público devora sus cómics, incluso los que no han leído un tebeo en su vida.

En años posteriores pública La carnicería, un pequeño pero demoledor librito en el que Vivés desmenuza, con su habitual buen gusto y refinamiento (pero sin pizca de piedad), la autopsia de una relación amorosa destinada al fracaso). Dos de sus últimas obras son Hollywood Jan y Los melones de la ira .