lunes, 16 de noviembre de 2015

“Nada” de Carmen Laforet

Andrea llega a Barcelona, con una maleta llena de libros, para estudiar letras. Sus ilusiones chocan de inmediato con el ambiente de tensión y violencia que reina en casa de su abuela. El sórdido microcosmos familiar y la frágil cordialidad de sus relaciones universitarias, centradas en la luminosa Ena, acaban convergiendo en un diálogo dramático.

La novela llega a crear una atmósfera tan asfixiante que consigue traspasar el papel y llegar al lector. Cuando en el ambiente opresivo de esta casa oscura, cerrada, sucia y maloliente, en esta especie de microcosmos, a alguno de los personajes se le pregunta qué le pasa, qué piensa, qué siente, con frecuencia se obtiene la misma respuesta: “nada”. Carmen Laforet se adelanta a su tiempo con una prosa intimista y fotográfica, en la que se describe perfectamente la Barcelona de la época.

Carmen Laforet (Barcelona, 1921 - Madrid, 2004)

Nació el 6 de septiembre de 1921 en Barcelona. En 1923 la familia se trasladó a las islas Canarias. A los dieciocho años, una vez finalizados los estudios de bachiller, decidió regresar a Barcelona para estudiar las carreras de Filosofía y letras y Derecho, si bien no acabó ninguna de las dos. Poco satisfecha de su paso por la universidad, cuando contaba veintiún años se fue a vivir a Madrid, donde conoció al periodista y crítico literario Manuel Cerezales. La joven Carmen ganó sorpresivamente en 1944 la primera edición del Premio Nadal otorgado por Ediciones Destino, con solo veintitrés años y una obra de una espléndida madurez literaria que figura entre las obras clave del realismo existencial que dominó el panorama narrativo europeo de los años cuarenta, y que en 1948 fue galardonada también con el premio Fastenrath de la Real Academia Española.

Se casó con Manuel Cerezales, con el que tuvo cinco hijos; siguió publicando pero ninguna de sus obras posteriores alcanzó el mismo grado de resonancia. En 1952 publicó La Isla y los demonios y La mujer nueva en 1955, sobre su reconversión al catolicismo, ganó el Premio Nacional de Literatura de 1956 y el Premio Menorca de Novela de 1955. Viajó a Estados Unidos invitada en 1965, donde se inició su amistad con Ramón J. Sénder y sobre su experiencia y la vida americana publicará el ensayo Mi primer viaje a USA (1981). Se separó en 1970 de su marido; esta década estuvo marcada por sus frecuentes depresiones y un rechazo cada vez mayor de la vida pública. Sufrió Alzheimer los últimos años de vida. Falleció en Madrid en 2004.




Uno de los miembros de nuestros clubes de lectura, Luis Carlos, ha elaborado una reseña literaria de “Nada” donde nos aporta su visión personal de  diversos aspectos de la obra.

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