jueves, 13 de noviembre de 2014

"Adversarios admirables" de Olga Guirao



Simón de Sales y Teresa Pascual -matrimonio de mediana edad a punto de ser desahuciado de su casa- repasan alternativa-mente los acontecimientos de su vida en común en el transcurso de una crónica a dos voces sobre la verdadera naturaleza del amor adulto, que, al propio tiempo, también define la oposición entre lo masculino y lo femenino, sin maniqueísmos ni beligerancias ramplonas, en un plano que persigue una auténtica igualación de rangos intelectuales y morales entre ambos “contendientes” –“Adversarios admirables” al fin y al cabo-, que se ignoran mutuamente en sus respectivas crónicas y que nunca llegan a dirigirse el uno al otro, de tal forma que la dialéctica en pos de la verdad, aunque resulte muy explícita, en realidad la pone el lector.





Olga Guirao  (Barcelona, 1956)

Nace en 1956, en Barcelona, y se licencia en Derecho en la Universidad Central de esa ciudad, llegando a ejercer la abogacía. Pero la profesión le resultaba tan absorbente, que renunció a ella en aras de la escritura, trabajando, en la actualidad, en la Administración. Según ella misma señala, escribe una novela cada cuatro o cinco años, desde que cumplió los treinta: “Por lo visto, es el tiempo que necesito –un lustro aproximadamente- para fijar un esquema previo, desarrollarlo por completo y después, en un movimiento de signo contrario, comprimirlo y purificarlo al máximo, librándolo de toda divagación, arista o reborde, sin merma de sus significados, lo que supone un trabajo muy laborioso y en ocasiones ingrato que afecta tanto al contenido de la novela como a su estructura y que persigue proporcionar al lector una experiencia de cierta intensidad en un estilo escrupulosamente fluido”. En definitiva, se trata de un empeño que tiene mucho que ver con su devoción  por  Stendhal: un viejo amor que, con los años, se ha transformado en militancia.

Hasta la fecha, ha publicado cuatro novelas: Mi querido Sebastián (1992), quedando finalista del Premio Herralde; Adversarios admirables   (1996); Carta con diez años de retraso  (2002); y La Llamada (2011), ya muy comentada en medios de información literarios, con la que se adentra en la ciencia-ficción.

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