lunes, 10 de noviembre de 2014

"El fantasma de Canterville" de Oscar Wilde, adaptado por A.G. Llorca

Una familia de americanos compuesta por el señor (ministro de América) y la señora Otis, su hijo mayor Washington, Virginia de 15 años y dos gemelos se trasladan a pasar el verano a Inglaterra, después de haber comprado Canterville Chase, pese a las advertencias de todo el mundo, incluida la del propio Lord Canterville de que se trataba de una propiedad embrujada. 
Un fantasma habitaba la casa desde hacía 300 años. El alma culpable de Sir Simón de Canterville vagaba por la casa tras desaparecer en circunstancias misteriosas nueve años después de haber asesinado a su propia esposa junto a la chimenea del salón, en cuyo sitio aparecía una y otra vez una curiosa mancha de sangre. 

Los Otis una familia moderna republicana, no hará caso a esas historias. Sin embargo, nada más llegar a la casa, Mis Otis descubrirá con desagrado la supuesta mancha de sangre, que manda inmediatamente limpiar (pese a ello la mancha seguirá apareciendo repetidamente cada mañana). Esa misma noche, el fantasma hace su aparición, despertando con el chirriar de sus cadenas a Sir Otis y a los gemelos. La impasividad y el descaro de los Otis le indigna y se siente obligado a huir. Lleno de ira prepara su venganza, pero sus continuos planes fracasan ante la sangre fría de Mis Otis, el ingenio de Washington y las fechorías de los gemelos. 

Oscar Wilde (Dublín 1854 - París 1900) 

Nació en Irlanda. Hijo de exitosos intelectuales de Dublín, mostró su inteligencia desde edad temprana
Finalizada su formación universitaria, se hizo muy famoso en Londres por sus obras y por su peculiar estilo de vida. 

Las comedias, los cuentos, las novelas y los artículos que escribía, en los que criticaba abiertamente la sociedad inglesa, tuvieron un éxito espectacular. Sin embargo, Wilde se ganó numerosos enemigos, que consiguieron llevarle a juicio y encarcelarle injustamente durante dos años. Al recuperar la libertad, muy enfermo, se trasladó a París, donde murió.
Wilde es considerado uno de los dramaturgos más destacados del Londres victoriano tardío y  fue una celebridad de la época, debido a su gran ingenio. Hoy en día, es recordado sobre todo por sus epigramas, sus obras de teatro y la tragedia de su encarcelamiento, seguida de su temprana muerte.

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