Con su intuición de las constelaciones familiares y de las pasiones calladas, Natalia Ginzburg narra la vida breve de Antón Chéjov (1860-1904), desde su juventud en Taganrog y sus primeros años en Moscú, los inicios como escritor humorístico y su trabajo como médico rural, hasta su viaje al campo de Sajalín, sus primeros éxitos como autor teatral, la enfermedad, los últimos años en Yalta y la muerte prematura en Badenweiler.
En este hermoso
libro, como si se tratara de uno de aquellos azares del destino, la escritora
italiana consigue de manera asombrosa ese tono que el retratado dominaba de
manera magistral, y nos ofrece un pequeño pero hermoso bocado de quién fue, es
y será siempre uno de los mejores retratistas del alma humana.
Natalia Ginzburg (Palermo, 1916-Roma, 1991)
De nombre
Natalia Levi, nació en Palermo en una familia culta de ideas socialistas y
antifascistas. En 1919, se trasladó a Turín y en 1927 estudió en el Instituto
Clásico Vittorio Alfieri. Dos años más tarde cursó Letras en la Universidad de
Turín, estudios que no llegó a finalizar.
En 1938 se casó
con Leone Ginzburg, de quien tomó el apellido, militante de Giustizia e Libertá
y director de la Editorial Einaudi. Por sus convicciones políticas sufrieron
persecuciones y fueron confinados en un pequeño pueblo, del que escaparon a
Roma. En 1943, su marido fue detenido y murió en la cárcel. Tras esto, Ginzburg
trabajó para la Editorial Einaudi para ganarse la vida.
En 1950 la
autora contrajo segundas nupcias y se marchó a vivir a Roma, donde fijó
residencia, comenzando su etapa más productiva literariamente. Años más tarde
fue diputada durante dos legislaturas por el Partido Comunista Italiano.
Su formación, al
igual que la de la mayor parte de los jóvenes intelectuales antifascistas de
los años treinta, se vio influenciada por escritores extranjeros, en su caso
concreto, por Chejov, por los novelistas estadounidenses y por Proust, a quien
tradujo a partir de 1941.
Publicó en 1934 su primera narración, a la que siguieron obras teatrales—Me casé por alegría (1964)—, ensayos—Las pequeñas virtudes (1962), Nunca me preguntes (1970) y Serena cruz o la verdadera justicia (1990)—y novelas y colecciones de relatos—El camino que va a la ciudad y otros relatos (1942), Y eso fue lo que pasó (1947), Nuestros ayeres (1952), Valentino (1957), Las palabras de la noche (1961), Léxico familiar (1963), Querido Miguel (1973), Vita imaginaria (1974) y Domingo (2016)—, así como la biografía Antón Chéjov (1989).
Natalia Ginzburg es una de las voces más singulares de la literatura italiana del siglo XX.
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