“Uno de los
principales constructores aeronáuticos franceses recuerda que, hace 50 años, su
empresa tenía que pagar una comisión oculta a unos ministros indios del orden
del 20% por cada aparato vendido.
El año pasado, un contrato de renovación de
estos mismos aviones civiles y militares no dio lugar al pago de ninguna
comisión. ¿Será que los dirigentes indios tienen de repente las manos limpias?
De hecho, la disminución de la corrupción pública es un fenómeno mundial. Como
dice el presidente de Transparencia Internacional, una asociación con sede en
Berlín desde 1993 que analiza el grado de corrupción por país, «2016 ha sido un
año excelente»: la red de corrupción de la empresa brasilera de obras públicas
Odebrecht ha sido desmantelada en toda Latinoamérica”.
Diario ABC
Impresiones de la sesión
El artículo
de nuestra última sesión, el pasado martes cinco, titulado “Retroceso de la corrupción” de Guy Sorman y publicado en la
sección de El Mundo ‘Diario de un Optimista’, fue presentado por María, con el
interés y la viveza que la caracteriza.
Resaltar
también, como nota genérica de la presentación, que María fue muy respetuosa
con el acuerdo adoptado en sesiones anteriores, de que el “oficiante” trate de ser
más breve en las introducciones que hacemos de los artículos, dando unas
pinceladas biográficas del autor, una síntesis orientativa del artículo y unas
líneas polémicas que permitan el debate. En este sentido chapó por María, nos
dio una lección de su buen hacer en este terreno, ella que no es “manca
hablando”, aportó una sintética y lúcida introducción.
Tanto María
como todos los intervinientes, incidieron reiteradamente, en cómo puede entenderse que en la sociedad americana
se haya producido ese retroceso de la corrupción pero que no sea tan claro en
otros países, como puede ser el caso de España, que nos parece todavía muy
mejorable.
César destacó, de lo reseñado por María en
el artículo, el “respeto a la ley”, el “cumplimiento de los contratos” y la
“independencia de la justicia” como factores fundamentales en el desarrollo de
un país, así como la ineludible lucha
contra la corrupción; en este sentido, y como remarca el autor, Suiza no tiene
recursos naturales, tiene leyes. Cuestión ésta en la que coincidimos todos, ya
que son elementos esenciales para que un país pueda presumir de solvencia
democrática.
María resaltó
que la ley estadounidense que castiga severamente a las empresas que
corrompen a los gobernantes es la
principal causa de la disminución de la corrupción en la relación de las
empresas con la política. Así mismo quiso subrayar que si nos atenemos a la clasificación
por el grado de corrupción elaborada por Transparencia Internacional, el mundo
escandinavo y anglosajón es, por su cultura, más honrado que el mundo católico
en Europa; y además que el mapa de la corrupción coincide con el de la pobreza
y la desigualdad.
Hay que
desterrar la permisividad que encierra la idea de que ‘si otros lo hacen yo
también’, afirma Alejandro, y además hay que mejorar la situación de los
funcionarios que llevan las instituciones de control. Manuel quiso poner en
evidencia el error que comete el autor al afirmar que Singapur es chino, ya que
se trata de una un país soberano insular de Asia; aclarado este punto quiso
recordarnos que ‘la muerte de Montesquieu’ facilita el aumento de la corrupción
a la vez de que la denuncia de la misma se vuelve contra ti.
No se puede poner
a Suiza, según afirma el artículo, como modelo en la ausencia de corrupción,
añadió José, ya que es un paraíso fiscal. Luiso nos recordó que la
corrupción no es algo reciente, siempre ha existido, viene de la época de Roma;
es muy difícil de erradicar y no se arregla en dos días. En este aspecto
coincide con Margarita, que piensa además que es necesaria una mentalización
individual. Ignacio tiene claro que hay que incentivar la denuncia de los que
cometen fraude y proteger al denunciante. En todo caso Luis está convencido de que no se debería atribuir sólo al individuo la responsabilidad, ya que hay situaciones que
contribuyen a que un individuo sea corrupto; por ejemplo la ley del suelo. A Iñaki
le llama la atención la permisividad de mucha gente hacia los corruptos, a los
que en muchos casos siguen y apoyan; y
puso como ejemplo el caso de Messi: no deberían ir al campo a verle jugar.
Marta está de acuerdo en la idea de que los
controladores deberían ser profesionales de carrera: el controlador no puede
depender del controlado, como ocurre en muchas instituciones. En este sentido,
y para finalizar, César insistió en la responsabilidad que cada ciudadano tiene
ante la corrupción, y que se manifiesta en ciertos hábitos nocivos que son
aceptados como normales. Para erradicarlos quiso recordarnos lo que la abogada
Lara Carrasco, personada como acusación popular en varios procesos de
corrupción, ha debatido estos días en Madrid junto con otros expertos en
transparencia, en torno a lo que debería incluir la “Ley integral de Lucha contra la Corrupción y Protección de los Denunciantes”
que se va a debatir en el Congreso: “Hay que proteger al denunciante, mejorar
los sistemas de control de la administración, crear un Agencia Española
Anti-corrupción realmente independiente y fomentar la decencia en las escuelas
y en la sociedad”.
¿Qué tiene un
finlandés que no tenga un español para que allí haya ínfimos niveles de
corrupción y aquí sea la segunda preocupación de la población?, como responde
Elisa de la Nuez, abogada del Estado, “nada, lo único que nos distingue es que
sus administraciones tienen mejores controles que los nuestros para evitar que
se den estas situaciones”.
María cerró el debate insistiendo en la
aplicación de la ley como elemento fundamental en la prevención y lucha contra
la corrupción.
Articularia
Guy Sorman
(Paris, 1944-)
Es un
economista, periodista, filósofo y autor francés. Ha escrito varios libros en
los que aboga a favor de los ideales de la creatividad y el capitalismo
moderno. Se lo considera partidario del liberalismo clásico y seguidor de la
tradición de Alexis de Tocqueville.
Estudió en el
Instituto de Estudios Políticos de París y en la Escuela Nacional de
Administración, de la que egresó en 1969. Enseñó economía y filosofía política
en el Instituto de Estudios Políticos de París entre 1970 y 2000. En 1979
fundó, junto a otros doctores, científicos y escritores franceses Acción contra
el Hambre, una organización internacional no gubernamental dedicada a luchar
contra el hambre, la miseria y las situaciones de peligro que amenazan a
hombres, mujeres y niños indefensos en los países pobres.
En 1995 formó parte del
equipo de campaña del Presidente Jacques Chirac y entre 1995 y 1997 fue asesor
del Primer Ministro francés Alain Juppé en su cargo como Presidente de la
Comisión de Planificación. Fue miembro del Foro Franco-Indio que aseora al
Ministros de Asuntos Exteriores y, entre 2002 y 2007, de la Comisión Nacional
Consultiva de Derechos Humanos. Recientemente asistió al 2008 Carnegie Counsel
donde habló sobre China y su desarrollo como nación, presentando su obra
“China: el imperio de las mentiras”.
Animamos a participar a todo el que quiera dejar sus comentarios sobre este artículo
Articularia
3 comentarios:
Contra lo señalado como tesis del artículo de ésta sesión, recogida ya en el mismo título, yo quiero aportar otros planteamientos que señalan lo contrario. En esta línea traigo a colación un artículo titulado "La corrupción aumenta en todo el mundo" (aconsejo su lectura), de Helle Jeppesen, (en http://www.dw.com/es/la-corrupción-aumenta-en-todo-el-mundo/a-37261418), que recoge ideas tan reveladoras como:
"Aunque los gobiernos de todo el mundo desean combatir la corrupción, está aumentando en el sector público. Así lo afirma el último 'Índice de Percepción de la corrupción' de Transparencia Internacional.
¿Qué tienen en común el antiguo alcalde Joachim Wolberg, el candidato presidencial de Guinea Ecuatorial Teodoro Obiangaus, el expolicía finlandés Jari Aarnio y la expresidenta surcoreana Park Geun Hye? La respuesta: Están acusados de corrupción."
Y dicho artículo es del presente año.
Pues sobre este tema ha salido el Juez Garzón diciendo lo que como resumen comenté y es que las leyes no son suficientes y que es muy importante la prevención primaria , es decir, la educación en valores de la sociedad y de cada persona en particular desde la familia y desde la enseñanza.La prevención secundaria seria aplicar las leyes justamente y hacer que se cumplan con rigor.
También seria interesante obligar a los politicos y gobernantes
a no estar mas de cuatro años en el poder.
Muy de acuerdo con el acertadísimo comentario de Margarita. Por otro lado, sorprende que un liberal clásico ajuste su tesis a la acción cada vez más reguladora de los estados. En este punto, quiero destacar que es preciso ir contra el desmesurado beneficio personal nacido de la transgresión de los compromisos, contra los privilegios que en la práctica anulan la igualdad de los ciudadanos ante la ley, contra la obtención de beneficios ajenos al bien común...
Esta reflexión la relaciono con lo corrosivo del problema: falta de educación cívica, ausencia de corresponsabilidad social en el logro de los objetivos comunitarios, carencia de conciencia social, promoción de infravalores humanos, creencia en unos paradigmas distorsionadores de la realidad, fomento de la impunidad y de valores sociales perturbadores, tendencia a la falta de transparencia en la gestión de los asuntos públicos, admisión de un excesivo poder de una manera acrítica, no promoción de sistemas sólidos fundamentados en los valores democráticos...
¿A qué conduce todo esto? Al augurio del declive de sistemas sociales.
Por ello es preciso no resignarse, ser radical en la búsqueda de soluciones, fomentar valores cívicos en una sociedad que tiende hacia el individualismo y la destrucción de los organismos de control, luchar contra la imposición de políticas ineficientes de corto plazo, combatir la desprotección de los ciudadanos, etc.
Termino con una pregunta: ¿cuántos costes de oportunidad ocasionados por la corrupción en sus diferentes niveles debemos sufrir los ciudadanos decentes?
Alejandro.
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