Annie Ernaux cuenta brillantemente
esta alteración de los cotidiano, este empobrecimiento de las sensaciones, esta
dilución de la identidad; esclavitud a la que las mujeres son empujadas como a
un desafío.
Annie Ernaux (Lillebonne, Normandía, 1940- )
Hija de comerciantes,
pasó su infancia y adolescencia en la localidad de Yvetot hasta trasladarse a
Rouen para cursar estudios universitarios de literatura. Completó su formación
en la Universidad de Burdeos en Literatura Moderna. Impartió clases en centros
de secundaria antes de unirse al CNED, la Universidad a Distancia Nacional
Francesa. Es catedrática y profesora de Letras Modernas.
La mayor parte de su obra
tiene un gran trasfondo autobiográfico y su estilo se muestra neutro y sin
mayor ambición que el de transmitir la palabra con sencillez. Además, ha
tratado de usar un enfoque sociológico al emplear sus propios recuerdos para
atraer la memoria colectiva. Es autora de una obra esencialmente autobiográfica
e intimista en la que reivindica la dimensión política de la intimidad con
títulos como Los armarios vacíos
(1974), La mujer helada (1981), Una
mujer (1981), No he salido de mi
noche (1997), Perderse (2001), La ocupación (2002), El uso de la foto (2005), Los años (2008), Mira las luces, amor mío (2014), Memoria de chica (2016).
Entre los numerosos
galardones recibidos destacan el Premio Renaudot 1984, el Premio de la Lengua
Francesa 2008, el Premio Strega 2016, el Premio de la Academia de Berlín 2019
y, en España, el Premio Formentor de las Letras 2019. Ha sido la última ganadora
del premio Nobel de Literatura donde pronunció un discurso sincero, combativo y
apasionado. La novelista francesa, de 82 años, dijo que la escritura, para
ella, ha sido una especie de venganza íntima, la única manera de liberarse de
sus orígenes sociales y de sus dolorosas experiencias como mujer.
Annie Ernaux es hoy una
de las escritoras más reconocidas del panorama literario francés y europeo.
Actualmente reside en Cergy, cerca de París.
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