[…] La
izquierda posmoderna y sus guerreras feministas han logrado imponer la idea de
que la jerarquía es una construcción social del malvado y corrupto patriarcado
occidental. Sepultan la biología bajo su ideología. Niegan la naturaleza para
culpar al varón. Es absurdo. Sus ideas no tienen base fáctica alguna. La
Biología evolutiva y la Neurociencia demuestran que las jerarquías son
increíblemente antiguas. Más que los árboles.[…]
[…] Hay una crisis de la masculinidad. La "tóxica masculinidad", dicen las feministas. Los chicos reciben de la sociedad moderna un mensaje devastador y paralizante. Primero, se les recrimina su agresividad, cuando es innata y esencial a su deseo de competir, de ganar, de ser activamente virtuosos. Luego se les dice que la sociedad es una tiranía falocéntrica corrupta de la que ellos, por supuesto, son culpables de origen por el mero hecho de ser hombres. Y finalmente se les advierte: «No se os ocurra intentar prosperar o avanzar, porque entonces además de culpables seréis cómplices activos de la tiranía feminicida». El resultado es que muchos varones, sobre todo jóvenes, tienen la moral por los suelos. Están empantanados, perdidos. No tienen rumbo ni objetivos.[…]
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Impresiones
de la sesión
Menos mal que se presentaron y nos acompañaron las nuevas “tertulianas de la platea”, ya que si no, a lo mejor no habíamos llegado al “quorum”. Se notó mucho que era martes santo y la gente ponía ya pies en polvorosa. Menos mal que esta vez José, que le tocaba la ponencia, no nos hizo un Puigdemont y nos traía muy bien preparada la introducción del tema que él mismo había propuesto “¿Hay una crisis de la masculinidad?”. Para ello nos hizo una presentación sobre el autor, de la que destacamos a modo de pincelada biográfica lo siguiente:
«Jordan B.
Peterson nació en 1962 en Canadá. Se trata de un psicólogo clínico y profesor
de la Universidad de Toronto famoso por grabar sus clases, enfrentarse a la
idea del feminismo como motor de la sociedad y atacar a “la izquierda radical”,
a quien compara con Mao Tse Tung, en medio de discusiones que tienen lugar en
el aula, y ahora en los medios de comunicación, que lo han destacado como un
autor súper ventas. Igualmente es el autor del libro “Mapas de significado”,
que se puede obtener de manera gratuita en su propia web personal.
Se le conoce
como "el intelectual más odiado por la izquierda", pero tiene muchas
más facetas que ser un el fiero azote de aquella. Es también crítico cultural,
profesor de psicología y un dinámico activista político canadiense. Sus
principales áreas de estudio son la psicología anormal, social y de la
personalidad, con un interés particular en la psicología de las creencias
religiosas e ideológicas y la evaluación y mejora de la personalidad y el
rendimiento laboral.
Dinamiza un
canal de YouTube en el que publica, entre otros contenidos, las grabaciones de sus clases universitarias.
En 2016, Peterson publicó una serie de videos en los que criticaba la
corrección política y el proyecto de ley C-16 del gobierno canadiense.
Por estos vídeos,
comenzó a recibir una importante atención mediática que le ha convertido en una
figura de culto entre los 'millennials', sobre todo masculinos. Su reciente
libro, 'Doce reglas para la vida', es un tratado de la responsabilidad frente a
la cultura del victimismo, con el que Peterson arrasa también en ventas. Sus
vídeos tienen miles de reproducciones. Su canal, casi un millón de
suscriptores. ¿En Chile? También tiene seguidores.»
Tras estos
apuntes de tan singular autor, José nos introdujo en el tema diseccionando la
extensa entrevista que Cayetana Álvarez de Toledo le realiza al autor;
resaltando conceptos como: jerarquía, patriarcado, falocentrismo, feminización
del hombre, necesidad de maduración del hombre, etc. Frente al acusado
antifeminismo del autor, destacó la doble marginación histórica de la mujer,
tanto en el trabajo como en el hogar; y también cómo las clases sociales y la
lucha entre ellas, pese a lo que se quiere hacer ver, sigue existiendo y
provocando todo tipo de marginaciones.
César resaltó
lo polémico que resulta ser el autor, y puso de manifiesto las opiniones a
favor y en contra por parte de los medios de comunicación y de los
intelectuales. Así por ejemplo el New York Times lo llamaba hace unas semanas
“el intelectual más influyente del mundo occidental en estos momentos”,
mientras que la revista canadiense Maclean’s lo llamó “el hombre inteligente de
las personas estúpidas”. Para algunos defensores del autor es lamentable que se
utilicen fáciles parangones entre el nazismo y Peterson, cuando se ha dedicado
extensamente a entender y criticar fenómenos como el nazismo y el estalinismo, y en su primer libro, “Maps of meaning”, hace un estudio profundo sobre qué es
lo que se debe evitar para que estos fenómenos infernales vuelvan a ocurrir. La
periodista de la BBC, Cathy Newman, en una entrevista asumió de entrada que
Peterson era el vocero de la masculinidad tóxica y el poder patriarcal. César
remarcó que gran parte de la popularidad del autor se debe a que se ha atrevido
a decir lo que cree, aunque genere incomodidad y ponga en entredicho muchos pseudovalores
que imperan en nuestra cultura. También recordó el momento de la entrevista en
el que el autor denuncia la situación de muchos jóvenes canadienses que, ante
el mensaje que reciben de la “tóxica masculinidad”, tienen la moral por los
suelos y están empantanados, perdidos.
Luiso se
postuló en total desacuerdo con Peterson, según él a lo largo de la evolución
se manifiesta como una nota característica el dimorfismo sexual- variaciones en
la fisonomía externa, como forma, coloración o tamaño, entre machos y hembras
de una misma especie- y tanto el feminismo como el machismo son elementos
negativos, al ser identitarios separan y dividen. Las dos cosas son las dos
caras de una misma dialéctica
perniciosa. No defiende al hombre o a la mujer en sí, sino a los individuos.
María, sin
embargo, se alineó totalmente con el autor. Para ella la crisis de la
masculinidad es evidente, lo mismo que las abrumadoras diferencias biológicas.
Las chicas apabullan a los chicos de su misma edad. Y las mujeres actualmente
acceden a todo tipo de estudios y están presentes en todo tipo de profesiones y
trabajos. Luis remarcó la necesidad de defender la igualdad de derechos y trabajar
desde edades muy tempranas en la igualdad de oportunidades entre hombres y
mujeres.
Como “un gran
provocador” calificó Alejandro a Peterson, al criticar de forma contundente lo
políticamente correcto, y por el novedoso uso que hace de los medios de
comunicación; e, igualmente, al defender con entusiasmo al individuo frente a
los colectivos. También destacó, como una de las críticas del autor al
feminismo, la búsqueda continua que este movimiento realiza para tratar de
“feminizar al hombre”. Desde hace treinta años hay una dialéctica entre el
feminismo y el machismo que provoca un grave desajuste. De aquí que no sea
difícil ver cómo muchos, criados por sus abuelos, son educados en valores de
generaciones anteriores a las de sus padres; y cómo, ante la inadaptación a las
nuevas situaciones, los varones caen en actitudes violentas. Para Alejandro el
reto es afrontar esta situación de cambio reconstruyendo los nuevos roles de lo
femenino y lo masculino. Primero el sentido, la razón, y luego las ideologías.
Para José
Ángel no hay crisis de masculinidad, porque para él ni todo es feminismo ni
todo es machismo; y además ni todos los hombres son iguales, ni todas las
mujeres son iguales. El hecho de que las mujeres estén accediendo a derechos
que antes eran exclusividad del hombre no quiere decir que éste los esté
perdiendo. Manuel quiso recordar la máxima de la Biblia que dice que nada
cambia, todo permanece; pero la realidad es que lo único permanente es el
cambio.
Pese a la
disparidad de opiniones, sí llegamos a una idea generalizada: la fuerte y
necesaria incorporación pública de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad
desde hace décadas, crea situaciones nuevas que motivan que el varón se deba ir
adaptando a las mismas, modificando sus roles y actitudes.
Jordan B. Peterson (Alberta, Canadá 1962-)
Articularia
Jordan B. Peterson (Alberta, Canadá 1962-)
Jordan B.
Peterson es un psicólogo clínico, crítico cultural, profesor de psicología y
activista político canadiense. Sus principales áreas de estudio son la
psicología anormal, social y de la personalidad, con un interés particular en
la psicología de las creencias religiosas e ideológicas y la evaluación y
mejora de la personalidad y el rendimiento laboral.3 Imparte clases en la
Universidad de Toronto.
Posee un
canal de YouTube en el que publica las grabaciones de sus clases, entre otros
contenidos. En 2016, Peterson publicó una serie de videos en los que criticaba
la corrección política y el proyecto de ley C-16 del gobierno canadiense. Por
estos videos, comenzó a recibir una importante atención mediática.
Entre 1993 y
1998, Peterson vivió en Arlington, Massachusetts, durante esos años trabajó
como profesor e investigador en el departamento de psicología de la Universidad
de Harvard. Durante su tiempo en Harvard, estudió la influencia del abuso de
drogas y alcohol en el aumento del comportamiento agresivo de las personas. En
julio de 1998, regresó a Canadá y ocupó un puesto como profesor titular en la
Universidad de Toronto.
Sus áreas de
estudio e investigación abarcan los campos de la psicofarmacología, la
psicología anormal, la neuropsicología, la psicología clínica, la psicología de
la personalidad, la psicología social, industrial y organizacional, así también
como la psicología religiosa, ideológica, política y de la creatividad.
Peterson es autor y/o coautor de más de cien trabajos académicos. Tiene más de
20 años de práctica clínica, con 20 pacientes a la semana, pero en 2017 decidió
suspender la práctica debido a sus nuevos proyectos.
Desde aquí animamos a participar en el apartado de comentarios a todo el que quiera dejar sus reflexiones en torno a este artículo
Desde aquí animamos a participar en el apartado de comentarios a todo el que quiera dejar sus reflexiones en torno a este artículo
Articularia
3 comentarios:
Interesante artículo-entrevista en el que se nos presenta una visión crítica de un asunto muy presente: la dialéctica masculinidad y feminidad, reducida a la oposición entre el patriarcado tradicional y el feminismo. A mi entender, Jordan B. Peterson sostiene que tal oposición no tiene raíces unicausales, por lo que en ella no hay que olvidar la biología evolutiva, la neurociencia, la antropología y la sociología, la economía, la política, etc.. Es necesario buscar la multicausalidad para poder entender lo que ocurre y poder explicarlo sin colocar la ideología por encima del razonamiento.
Este político que se manifiesta contrario a lo políticamente correcto, al delito de odio, a la discriminación por identidad y/o expresión, a las acciones contrarias a la libertad de expresión, al totalitarismo y al pensamiento único, y que cree muy necesario reconocer la existencia de la verdad, advierte que en la "guerra cultural" a la que asistimos y en la que también somos actores, en temas como el de la jerarquía, la masculinidad, los discursos hombre-mujer, las relaciones entre sexos y el ejercicio de la propia responsabilidad (el individuo es soberano), debemos tener presentes cuentiones como:
- el lenguaje y su uso en libertad,
- las inclinaciones sociales incuestionable,
- la libertad de expresión y el sentirse ofendido por ella,
- las amenazas y los abusos,
- el dogma cultural dominante (tomas como indiscutiblemente verdaderas creencias ideológicas),
- la defensa de la verdad y de la libertad política y cognitiva,
- la defensa de los jóvenes para que tomen protagonismo y se rebelen contra la realidad ineludible,
- la recuperación de la razón y de la inteligencia en el discurso público, liberando a éste de la emoción y de los sentimientos,
- la originalidad y la creatividad (ser, luchar, mejorar, afirmarse...).
Espero haber sido en este comentario.
Saludos. Alejandro.
Al socaire de los que señala Alejandro, a mi si que me gustaría que, en algún momento, tomásemos el "toro por los cuernos" y afrontemos el debate sobre el significado profundo de lo que lo "políticamente correcto" y de las repercusiones que tiene, sobre todo a la que se refiere al fortalecimiento del "pensamiento único", al limitar cada vez más y más el pensamiento reflexivo y crítico.
A modo de ejemplo de lo dicho antes, señalar que si, en el mundo de hoy el varón se puede sentir perdido buscando su readaptación a las nuevas situaciones, eso no quiere decir que critiquemos al feminismo. O que, el que haya varones que sean cafres, no significa que todos los machos de todas las especies -"machismo negativo per se"- sean intrínsecamente malos -que hable el macho de la mantis religiosa-.
Siento no haber podido estar en esa sesión, porque seguro que fueron jugosas las intervenciones.
El tema por intemporal, además de rabiosa actualidad, merece un comentario. Todas las claves que recoge Alejandro son determinantes.
Uno de lo primero que creo se debe resaltar es lo visceral del tema, parece que nos ataca en lo más íntimo, y nos sentimos amenazados, enarbolando la bandera de género. Esto en ambos bandos y mucho más acusado cuanto más joven se es. En este sentido, apunto, la necesidad de que desde nuestra experiencia de adultos seamos capaces de suavizar este ímpetu en evitación de conflictos futuros.
En definitiva deberíamos considerar al individuo "per se" independiente de su condición masculina o femenina.
Tenemos pánico de nuestra propia independencia, siempre que podemos nos agrupamos de forma borregil (esto ya le comentado con Luismi). Y esta cuestión que tratamos viene a ser lo mismo, aunque no lo parezca. En general, siempre sacamos lo peor de nosotros mismos cuando actuamos en "manada".
Y ahora que lo digo, que preclaros estuvieron esos indeseables en el momento de poner nombre a su nefasta compañía.
No quiero aburriros más.
Un fuerte abrazo.
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