Vivir solos juntos es un meticuloso conjunto de ensayos que complementan, como segundo volumen, a los de otro libro del autor, La experiencia totalitaria (Galaxia Gutenber / Círculo de Lectores, 2010), y ambos constituyen La signature humaine (2009).
Todorov, en el prólogo, nos presenta su propuesta como “una selección de ensayos que ha escrito entre 1983 y 2008”, en los que se pregunta al tiempo por “el sentido de su itinerario”. Un camino, aclara, que le llevó desde el formalismo y el estructuralismo de su primera etapa a la historia “personal” de la que este libro es otro buen ejemplo.
Para él los tres
principios humanistas básicos del pensamiento de Benjamín Constant, como síntesis crítica de los de Montesquieu y Rousseau,
son: la universalidad humana, la autonomía del individuo y el erigir al otro
como finalidad.
TÓDOROV, Tzvetan (Sofía, 1939 – Paris
2017)
Lingüista, filósofo,
historiador, crítico y teórico literario de expresión.
De nacionalidad
búlgara-francesa, abandonó su país en 1963 para instalarse del otro lado de la
Cortina de Hierro, en Francia (a los 24 años), donde murió a los 77
años.
Desde su llegada a
Europa occidental fue consciente de su otredad, que no solamente asumió, sino
además cultivó. A pesar de escribir toda su obra en francés, nunca lograría
hablar la lengua de Voltaire sin acento. Tampoco habituaría su mirada a la
comodidad de quien se encuentra en el centro de la civilización occidental.
Lengua y mirada reticentes a dejar de ser distintos. Ambos fueron sus campos de combate: los inicios de su carrera intelectual se inclinaron hacia el análisis estructuralista del lenguaje y, con él, de la literatura; más tarde su mirada distinta, oblicua, lo llevaría a interesarse en el hombre, sus miedos, sus relaciones sociales, su organización política, desde una constante: el yo y el otro.
Lengua y mirada reticentes a dejar de ser distintos. Ambos fueron sus campos de combate: los inicios de su carrera intelectual se inclinaron hacia el análisis estructuralista del lenguaje y, con él, de la literatura; más tarde su mirada distinta, oblicua, lo llevaría a interesarse en el hombre, sus miedos, sus relaciones sociales, su organización política, desde una constante: el yo y el otro.
Todorov dejó más de
cuatro decenas de obras publicadas sobre temas tan diversos como lingüística,
semiótica, política, poética, sociología y filosofía. Además de numerosos
artículos y entrevistas. Clasificarlo resulta afortunadamente complejo.
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