Durante
milenios, los seres humanos se creyeron el centro del universo, el pueblo
elegido que había heredado la Tierra. Después, el relato comenzó a cambiar. Las
teorías evolutivas mostraron que compartíamos ancestros con todos los animales
que pueblan el planeta y los astrónomos nos colocaron en las afueras de una
galaxia entre miles de millones. Pero los científicos, que no sienten aversión
hacia el ego humano sino más bien al contrario, tras sacarnos del centro de la
creación han intentado entender qué nos separa del resto de los seres vivos,
qué nos hace especiales.
Nuestra
reacción ante la muerte parece uno de esos rasgos. Hay otros animales que se
lamentan cuando muere alguien cercano, que se consuelan y que saben que lo
sucedido es irreversible. Pero ninguno honra a sus muertos con los complejos
rituales humanos. Por ahora, además de nuestra especie, solo los neandertales
parecen gozar (o sufrir) de la capacidad de abstracción y previsión suficiente
para asumir su mortalidad y la de sus congéneres y actuar con la solemnidad que
demanda ese conocimiento. [...]
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Impresiones de la sesión
El
simbolismo del Homo sapiens ¿Clave de su supervivencia?
"Tras 2
millones de años de evolución del género Homo, la única especie viva será la
nuestra, la del Homo sapiens, un homínido con un peculiar comportamiento que
todo lo simboliza, descontextualizándolo para hacerlo manipulable en el
interior de su mente. Ese simbolismo nos llevó primero a preconcebir técnicas
complejas en la talla del sílex, pintar en nuestras cuevas, tener un lenguaje,
llevar adornos o enterrar a nuestros muertos ritualmente. Sería sólo el primer
paso para otros encaminados a comprender la realidad a través de las
matemáticas, la ciencia o las ideologías, por poner sólo algunos ejemplos.
Ignoramos
en gran medida si el resto de especies Homo tuvieron los principios de ese
comportamiento simbólico, porque el simbolismo deja muy pocos rastros fósiles.
Sabemos que heidelbergensis y neandertales presentaban un comportamiento
simbólico, pero dudamos que tuvieran la misma capacidad física para el habla
que tiene el sapiens, algo fundamental en los albores de nuestro simbolismo.
En
cualquier caso y a modo de resumen, un aspecto parece claro. Los primeros
humanos, bípedos y capaces de construir herramientas, nacen en África (H
habilis). Tras salir del continente evolucionan separadamente en Asia (H.
erectus), Europa (H. neanderthalensis) y África (H. sapiens). Es éste último el
que vuelve a salir de la cuna de sus orígenes, colonizando los otros dos continentes,
tras lo que se produce la extinción de las otras especies humanas." (http://www.parquelineal.es)
Volviamos
a tener una nueva cita con Manuel y su buen quehacer pedagógico con el tema de
la "Evolución Humana". Con el artículo "¿Cuándo los humanos
comenzaron a celebrar funerales?", de Daniel Mediavilla, como telón de
fondo, iniciamos una nueva sesión sobre el origen de lo simbólico en la
mencionada evolución. Trás reconocer lo novedoso que podía ser el artículo, en
cuanto al enfoque que nos ofrecía el autor, el ponente nos reseñó precisamente
esa peculiaridad biográfiica del mismo, que es la de la visión que nos da el
"periodismo científico":
"Soy
Daniel Mediavilla, periodista de Materia, la sección de ciencia del diario El
País. Comencé mi carrera trabajando en una agencia de noticias de la iglesia
católica y poco después entré a trabajar en la sección de Sociedad del diario ABC.
Descubrí que la ciencia era un campo con la diversidad suficiente para no
aburrirme nunca y de allí pasé primero al diario Público y después al
Ministerio de Ciencia e Innovación, como responsable de prensa. Hace cuatro
años fundé junto a otros socios Materia, una web de noticias de ciencia y
tecnología que hace dos se integró en El País."
(http://www.15citasconlaciencia.com)
(http://www.15citasconlaciencia.com)
Angel, de vuelta de su
"viaje de estudios" por Berlín, inició su intervención aconsejándonos
un libro que situaba muy bien toda la problemática del tema, "Origen del
pensamiento simbólico" de Rafael Montes Gutierrez. De un artículo del
mismo autor y con el mismo título, que viene condensar el contenido de dicho
libro, señalamos unas citas que nos permitan, como hemos señalado, centrar el
debate:
"En
el panorama de la investigación actual sobre el origen del comportamiento
simbólico encontramos dos posturas fundamentales. La primera considera que éste
se desarrolla en Europa hace unos 40.000 años BP [antes del presente] con la
llegada de los seres humanos anatómicamente modernos [AMH], y que son éstos los
únicos capaces de desarrollarlo; en contra de esta tesis podemos argumentar por
qué no encontramos pruebas de este comportamiento con el origen de los AMH hace
200.000 años BP y por qué sí hay algunas manifestaciones del mismo en otras
especies pertenecientes al género homo. La segunda plantea la posibilidad de
que la conducta simbólica se desarrollara antes de la llegada de los AMH. Con
los neandertales, la posibilidad de que existiera con otros homínidos es más
remota; la principal crítica reside en la escasez de pruebas y el carácter
dudoso de las mismas. Podríamos plantear una tercera postura, que sería aquella
que considera que los neandertales manifestaron este comportamiento como
resultado de la aculturización de los AMH.
Para
entender correctamente cada una de estas hipótesis y extraer nuestras propias
conclusiones, dividimos este trabajo de investigación en las actividades
simbólicas (ornamentos personales, tecnologías complejas, pigmentos utilizados,
arte, enterramientos, lenguaje, sistemas de anotación y música), y planteamos
su posible origen. Veremos que el comportamiento simbólico no aparece todo al
mismo tiempo, sí que se produce una explosión del mismo con la llegada del
paleolítico superior, pero existen algunas manifestaciones con anterioridad, en
concreto entre los neandertales quienes pudieron tener una conducta simbólica
similar a la nuestra, si bien, no tan desarrollada."
(Origen del comportamiento simbólico. Rafael Montes Gutiérrez. Revista Educativa y Cultural Contraclave. I.S.S.N.: 1988-4559. Septiembre 2008)
(Origen del comportamiento simbólico. Rafael Montes Gutiérrez. Revista Educativa y Cultural Contraclave. I.S.S.N.: 1988-4559. Septiembre 2008)
Aunque sea difícil probarlo materialmente ,
para Ángel,
el origen más probable del pensamiento simbólico se lo debemos adjudicar a los
neandertales. Sin embargo, Antón que esta temática es un campo
muy bien abonado para sembrar muchas dosis de imaginación. Por ello consideró
muy oportuno obrar con mucha más precisión con la que normalmente se actúa.
Desde un sentido más amplio, reconoció cierta "capacidad simbólica" a
los mamíferos, en actividades como: para evitar dejar cualquier tipo de rastros, se
comen las placentas de las crías recién nacidas, o entierran o apartan a los cadáveres
propios, con el principal fin de evitar las posibilidades de sus depredadores.
Tomando como base esta explicación, resaltó la importancia de la Antropología
filosófica, así como de estudiar metódicamente los "procesos
psicológicos", entre los cuales destacó las "memorias espejos" y
"la imitación", como actividad de aprendizaje con un inicio netámente
lúdico. El no poder comprobar empíricamente las cuestiones, precisó Antón, nos
lleva sólo al camino de la "metafísica".
En esta misma línea intervino Luiso,
considerando que, al mundo de la Paleontología se le podía denominar también el
de la "especulogía", mencionando como muestra algunas de las
aventureras hipótesis del "triunvirato de Atapuerca". Un largo
proceso evolutivo vinculado, incardinado en el general de toda la evolución, es
lo que destacó Alejandro en relación con el origen del pensamiento simbólico;
una diacronía desde 400.000 BP a los 50.000 BP, o desde Atapuerca a
Chapelle-aux-Saints. Destaca en ese largo proceso el simbolismo de los huevos
de avestruz decorados, encontrados en diferentes yacimientos y en diferentes
momentos del mismo, aunque siempre a partir de los últimos 100.000 años. Para María
hay una ampliación de las fases del proceso evolutivo y señaló algunas
corrientes que defienden que hay algo "religioso" innato en el hombre;
y José
Ángel resaltó las hipótesis contradictorias del artículo, mostrándose
escéptico con el hecho de que el Homo Heidelbergensis tuviera un una evolución
tan avanzada.
Marta, en su intervención, nos
recordó lo mucho que en mantillas está todo lo relativo a la investigación
prehistórica y más en nuestro país. Catalogó de muy flojo el artículo y mucho
más en todo lo relacionado con Atapuerca, que al estar tan cerca de nosotros
nos es mucho más conocido y conocemos mucha más información. Ella se preguntó
el porqué de los enterramientos y encontró la explicación lógica en la
necesidad que tenían los grupos prehistóricos en ser comprensibles y normalizar
sus interrelaciones, que, precisamente son la base en la que se van a sustentar
la evolución de los procesos rituales.
En una segunda participación, Antón
nos recordó la riquísima simbología de muchos de los pueblos primitivos.
Reconociendo la existencia de una clara evolución biológica, pero no viendo tan
clara la consistencia de la evolución cultural; ya que hay determinados
momentos que dicha evolución ha derivado a estados de total colapso, tomando
derroteros imprevisibles. Manuel trajo a colación la importancia
del medio ambiente en el proceso. Fueron los cambios climáticos en África los
que permitieron, desde la amplia planicie de su sabana, iniciar un proceso
evolutivo que llega hasta hoy.
De nuevo fueron las llamadas desde el altavoz de la
biblioteca, las que nos recordaron que había llegado la hora del vino.
Articualaria
Daniel Mediavilla
Comenzó su
carrera trabajando en una agencia de noticias de la iglesia católica y poco
después entró a trabajar en la sección de Sociedad del diario ABC. Descubro que
la ciencia era un campo con la diversidad suficiente para no aburrirse nunca y
de allí pasó primero al diario Público y después al Ministerio de Ciencia e
Innovación, como responsable de prensa. Hace cuatro años fundó junto a otros
socios Materia, una web de noticias de ciencia y tecnología que hace dos se
integró en El País.
Animamos a participar a todo el que quiera dejar sus comentarios sobre este artículo
Articularia
3 comentarios:
Animado debate el que tuvimos sobre el tema que nos propuso Manuel: tiempo, espacio, creencias, restos humanos y materiales, ritos, simbolismos, enterramientos ... Dieron mucho juego todas las intervenciones.
El autor del artículo formula una pregunta interesante, y se refiere a un tiempo largo, de unos 400.000 años, para mostrarnos evidencias que nos ayuden a contestar la cuestión. Así, se refiere a la Sima de los Huesos en Atapuerca y al Homo Heidelbergensis, a Rising Star y al Homo Naledi en el sur de África (unos 100.000 años posterior), y a Chapelle-aux-Saints y al Homo Neandertal (50.000 A.C.).
Estamos en el Cuaternario, tiempo de períodos glaciares e interglaciares, en el Pleistoceno Medio, en el Paleolíco Medio y, en el caso de Chapelle, en la "frontera" con el Paleolítico Superior, con distintos homos sujetos a cambios evolutivos y medioambientales que influyeron enormemente, a buen seguro, en sus vidas cotidianas, y que, por ello, generaron, según sus posibilidades, respuestas diferentes a sus necesidades.
La cuestión está en que estas historias evolutivas diferentes apuntan a convergencias culturales expresadas de formas diversas (de las acumulaciones de muertos a los enterramientos, por ejemplo), que nos llevan a preguntarnos sobre la capacidad de los homos para desarrollar comportamientos simbólicos mostrados en diferentes producciones artísticas, creencias, tecnologías y creaciones, lenguaje, fabricación de artefactos, rituales, mitos..., y en qué grado y de qué formas los expresan.
Creo que esto queda reflejado en el artículo al referirse el autor a yacimientos alejados en el tiempo entre sí y a las características de los mismos.
Seguiremos atentos a los nuevos hallazgos.
Saludos, Alejandro.
Muy buenas tardes. A lo señalado tan oportunamente por Alejandro a mi me gustaría añadir una idea; es la de resaltar la poca importancia que le hemos dado, aunque algo se señaló referente al tema, a lo simbólico que lleva aparejado la comunicación mediante señales, gestos y posteriormente el pre lenguaje y el lenguaje, ya que todo ello nos podía hacer retroceder en el tiempo el origen del conocimiento simbólico, a lo largo de la evolución humana
En relación con mi comentario y como las prisas no suelen ayudar a hacer bien las cosas, quiero corregir las palabras "glaciares" por"glaciales". En relación con la cronología, podemos hablar también del comienzo del Pleistoceno Superior, que se inicia en la Península Ibérica hacia el 125.000 AC. y finaliza hacia el 10.000 AC.
Creo que podría ser más concreto, pero valga este ligero marco temporal.
Espero que sean útiles estos comentarios.
Saludos, Alejandro.
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