En esta obra la autora dispara interrogantes en todas las direcciones para provocar el debate sobre la cultura que queremos.
Sanz apuesta por una cultura que moleste. Y también por una vuelta a lo real que recupere la cultura como una herramienta crítica para pensar y actuar de otra manera. Como la autora avisa en el prólogo, este libro aspira a manchar de tinta las manos que lo agarren.
Marta Sanz (Madrid, 1967-)
Doctora en Literatura
Contemporánea por la Universidad Complutense de Madrid, su tesis trató sobre La
poesía española durante la transición (1975-1986).
La carrera literaria de
Marta Sanz comenzó cuando se matriculó en un taller de escritura de la Escuela
de Letras de Madrid y conoció al editor Constantino Bértolo, quien publicó sus
primeras novelas en la editorial Debate. Quedó finalista del Premio Nadal en
2006 con otra novela: Susana y los viejos. En su novela La lección de
anatomía (RBA, 2008) utilizó su propia biografía como material literario.
En la novela negra Black, black, black (Anagrama, 2010) creó el
personaje del detective homosexual Arturo Zarco, que recuperó en su novela Un
buen detective no se casa jamás (Anagrama, 2012). En 2013 publicó Daniela
Astor y la caja negra (Anagrama, 2013), donde recrea el mundo de la cultura
popular y las actrices de la Transición española como Susana Estrada, María
José Cantudo o Amparo Muñoz.
Fue Premio Herralde de
novela (2015), el Ojo Crítico de Narrativa (2001) o el XI Premio Vargas Llosa
de relatos.
También ha escrito
cuentos, poesía y ensayos y ha ejercido
la crítica literaria en distintos medios. Ha ejercido la docencia en la
Universidad Antonio de Nebrija de Madrid y colabora habitualmente en El País
(con crónicas de viajes en el suplemento «El Viajero»), en Público (en la sección «Culturas») y con
la revista El Cultural de El Mundo.
Tiene dos título de ensayo: No tan incendiario y
Éramos mujeres jóvenes. Madrid: Fundación José Manuel Lara, 2016.
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