Presentado como un «Nocturno para dos voces», este relato
contrapone la fina textura poética de una voz que recorre un paisaje urbano con
una narración en primera persona de la represión en la dictadura estalinista.
agente, pero que vive el día a día sin pensar en el mañana ni en el ayer, y en cuya mente los limites del bien y del mal quedan desdibujados.
La llaneza y la espontaneidad, despojadas de cualquier carga moral, con que un
antiguo agente de la policía política evoca sus andanzas en los años del
terror, dan vida con mano maestra a un espacio en el que el lector advertirá la
facilidad con que a menudo se desdibujan las fronteras del mal.
Como en todos
los relatos de Kuráyev (uno de los más importantes narradores rusos
contemporáneos), en esta Ronda Nocturna se describe con excepcional
talento un mundo impenetrable y hermético en el que lo ingenuo convive con lo
feroz, consiguiendo así traer a la luz la oscura y asfixiante atmósfera del
estalinismo. El autor asegura que su intención "no era la de escribir nada antisoviético y tampoco gustar al poder", sino que sólo quería agradar a una sola persona, a sí mismo.
Mijaíl Kuráyev (San Petersburgo 1939 -
Kuráyev se inició de forma tardía en el mundo de la literatura, ya que hasta
los 48 años ejerció de guionista de películas, pero esta circunstancia no le ha
impedido consolidarse como uno de los pilares de la literatura rusa
contemporánea.
A Kuráyev, le tocó, una noche de 1962, víspera del 1º de mayo, hacer en los estudios cinematográficos donde trabajaba una de esas guardias obligatorias que todo buen ciudadano soviético tenía que hacer. En esa guardia conoció a un miembro de la policía política que se pasó la noche contándole historias sobre su trabajo. Y en esas historias está el origen de esta novela de apenas 100 páginas.
Kuráyev recogió esas historias en un borrador de un puñado de páginas, y no hizo nada más con ellas porque, según él, no escribe más que para sí mismo. Un cuarto de siglo más tarde, sin embargo, la revista "Novyi Mir" le propuso publicar el texto, momento en el que Kurayev lo amplió y pulió hasta conseguir esta pequeña maravilla.
Otros libros del mismo autor son: El capitán Dikshein y Petia camino al reino
de los cielos
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